Presentación

Carlos Vidales Gonzáles1

 

 

 

Desde su emergencia como espacio académico, el campo de la comunicación ha visto un crecimiento acelerado tanto de su oferta académica como de su producción científica. Su naturaleza interdisciplinar ha permitido que se ponga en contacto con varias disciplinas con las que hoy no solo comparte objetos de estudio, sino también enfoques conceptuales, preocupaciones sociales y temas emergentes que transitan de las agendas locales a las agendas internacionales de investigación. Así, mientras algunos temas permanecen constantes en la investigación de la comunicación –casi desde su nacimiento como campo especializado a mediados de los años cincuenta del siglo pasado– algunos otros aparecen como manifestaciones que surgen de la transformación y progresiva complejización del mundo y su propio desarrollo histórico. De esta manera, estudios sobre periodismo, televisión o consumo mediático en general permanecen en el tiempo, en tanto que cuestiones vinculadas a las nuevas tecnologías, las redes sociales o la sistémica han comenzado a ganar presencia en la producción académica contemporánea.

Ambas características –lo permanente y lo emergente– permiten hoy caracterizar al campo de la comunicación desde la visión de los subcampos especializados de conocimiento, es decir, partiendo de la fragmentación del estudio de ciertos temas que han terminado por especializar al campo de investigación de la comunicación a partir de distintos objetos de estudio, temas de investigación y enfoques conceptuales, organización que en la actualidad reproducen e institucionalizan las asociaciones nacionales e internacionales dedicadas al estudio sistemático y académico de la comunicación. Sin embargo, lejos de representar esto un problema para la organización académica e institucional del campo de la comunicación, ha funcionado, por el contrario, como una forma de legitimar los procesos de construcción de conocimiento y como una alternativa para incentivar la discusión académica. En este escenario, las revistas han jugado un rol central y sumamente importante al convertirse en los espacios por excelencia para fomentar el diálogo, motivar la discusión y difundir el conocimiento.

Comunicación y Sociedad ha sido desde entonces –cerca de tres décadas atrás– un proyecto que ha colaborado en este sentido y que se
ha consolidado no solo como uno de los proyectos más importantes para el Departamento de Estudios de la Comunicación Social (decs) de la Universidad de Guadalajara (udeg), sino para el propio desarro-
llo del campo académico de la comunicación. Consolidada hoy en día como uno de los espacios más importantes para la construcción y difusión de conocimiento en Iberoamérica, Comunicación y Sociedad continúa siendo una excelente ventana para seguir las discusiones contemporáneas sobre la investigación de la comunicación desde un ángulo caracterizado por el rigor académico, la variedad temática y la diversidad conceptual. En consecuencia, el presente número es un excelente ejemplo de lo permanente y lo emergente, de los subcampos de producción científica, de los varios lenguajes académicos y de los centros de producción intelectual que caracterizan al campo de la investigación de la comunicación en la actualidad.

La revista abre con un tema que ha sido central en la agenda de investigación de la comunicación y que tiene que ver con el papel de los
medios, en especial de la prensa, en la configuración de las sociedades contemporáneas. Así, el texto de Celia Del Palacio Montiel titulado “Periodismo impreso, poderes y violencia en Veracruz 2010-2014. Estrategias de control de la información”, aborda el fenómeno del silenciamiento de los medios de comunicación, en particular del periodismo impreso y digital. Enmarcada en Veracruz –entidad caracterizada como el estado mexicano más peligroso para ejercer el periodismo– la investigación describe y clasifica algunas estrategias de control de la información sobre violencia que se han ejercido por parte del Estado a par-
tir del análisis cuantitativo de las notas rojas contenidas en dos periódicos de la capital de Veracruz: Diario de Xalapa y AZ. Desde la visión de la autora, en este proceso de silenciamiento de los medios, el rumor tiene un caldo de cultivo favorable que ha proliferado por Internet pero que ha terminado por generar, al mismo tiempo, nuevas formas de represión y de silenciamiento a través de estrategias de control como la promulgación de leyes para coartar la libertad de expresión, la violencia contra periodistas, el otorgamiento de premios, las estrategias de “saturación” de información, entre otras.

Por su parte, el trabajo de Nicolás S. Dallorso y Gabriela Seghezzo titulado “Inseguridad y política: el miedo como operador estratégico en las campañas electorales en Argentina”, centra su atención en la inseguridad como eje recurrente de la comunicación política a partir del análisis de spots televisivos de campañas electorales referidos a la
inseguridad y fundamentados en teorías del discurso y aportes de
la filosofía política, propuestas desde donde es posible observar cómo el tema de la inseguridad ha adquirido relevancia política, mediática y social. Se trata, como los autores mencionan, de revelar, describir y analizar las regularidades y dispersiones de los enunciados presentes en los spots televisivos de las campañas electorales referidos al tema de la inseguridad, acercamiento que se realiza desde las formaciones discursivas de Michel Foucault y el lenguaje poético propuesto por Julia Kristeva. A partir de su investigación aseveran que la configuración del discurso hegemónico de la inseguridad se sostiene en la siguiente ecuación: se parte de la premisa del aumento del delito de la violencia, y como contraparte, se presupone que el endurecimiento de la legislación y la “mano dura” de las fuerzas de seguridad son indispensables para disminuir los factores causa/eficiente del problema. Así, el entramado discursivo hegemónico de la inseguridad representa una doble subsunción, puesto que la inseguridad se subsume al delito, la violencia y el desorden, y el delito,
la violencia y el desorden se subsumen al delito, la violencia y el desorden protagonizados por los grupos sociales más desfavorecidos y, más acotadamente, los protagonizados por los jóvenes de escasos recusos.

Por otro lado, en un ejemplo de temas que integran lo permanente y lo emergente dentro de la agenda de investigación se encuentra el tercer trabajo que se presenta en este número, en el cual María de los Ángeles Miranda Bustamante y Francisco Fernández Medina desarrollan un análisis sobre la convergencia mediática entre Twitter y la televisión a través de las conexiones discursivas en las conversaciones de tuiteros durante un programa de entrevistas para aportar al estudio discursivo de las nuevas experiencias transmediales en las redes sociales digitales. En su trabajo titulado, “Hablándole a la televisión: análisis de las conexiones discursivas entre Twitter y tres programas de contenido político en televisión abierta”, los autores argumentan que su trabajo es un intento por describir cómo es que el consumo televisivo, en especial los programas periodísticos de conversación, llegan a transformase en una nueva experiencia de exposición a los contenidos gracias a lo que llaman el second screening, un proceso en el cual los usuarios de Twitter están compartiendo en tiempo real lo que se está transmitiendo en la televisión. Desde su punto de vista, esta confluencia mediática también conlleva una nueva concentración de significados al combinar un “nuevo medio” con un viejo medio. Así, centrados en el análisis de tres programas televisivos de conversación chilenos, los autores encuentran lo que han denominado conciencia convergente, es decir, una forma particular de actuar y comunicarse de los sujetos en la red sabiendo que existe una comunidad de usuarios que, en ese mismo momento, también está experimentando con más de un medio a la vez.

En un sentido diferente, pero también desde una mirada crítica, Ángel Badillo, Guillermo Mastrini y Patricia Marenghi presentan un trabajo titulado “Teoría crítica, izquierda y políticas públicas de comunicación: el caso de América Latina y los gobiernos progresistas”, en el cual buscan identificar el surgimiento de las políticas de comunicación como asunto relevante en la agenda pública de América Latina, centrados principalmente en los países que se han considerado a sí mismos como caracterizados por tener gobiernos de izquierda o progresistas. Mencionan los propios autores que se trata de identificar las tendencias comunes en la elaboración, en los objetivos y en el proceso mismo de implementación de las políticas públicas de medios y sistemas de comunicación en estos países en los últimos años para poder detectar en qué medida dichas políticas se desarrollan en concordancia con las recomendaciones surgidas en el marco de la escuela latinoamericana de comunicación. Si bien en cada país es posible reconocer particularidades específicas, el trazado histórico que los autores realizan permite tener un panorama claro sobre lo que la respuesta latinoamericana a la política neoliberal y a los diagnósticos poco alentadores que sobre la comunicación se habrían hecho desde los años ochenta como lo fue el llamado Informe MacBride.

Por otro lado, también desde una visión latinoamericana, Mariano Zarowsky presenta en el quinto texto un estudio sobre el desarrollo crítico, epistemológico e intelectual del campo de la comunicación en América Latina a partir de la llamada “revolución conceptual” de la izquierda producida por una serie de intelectuales argentinos que fueron exiliados en México en las décadas de los setenta y los ochenta del siglo pasado y, en específico, a partir del análisis de su producción académica concentrada en dos importantes revistas: Controversia y Comunicación y Cultura. En su texto titulado, “Del exilio a los nuevos paradigmas: los intelectuales argentinos de la comunicación en México (de Controversia a Comunicación y Cultura)”, Zarowsky analiza las relaciones entre la dimensión intelectual o propiamente conceptual del campo de la comunicación con el del poder político y social en dos contextos socioculturales diferentes a partir de la “estructura de sentimiento”, una configuración metodológica fundamentada en Raymond Williams que permite trabajar sin eliminar una serie de tensiones producidas por el propio análisis sociocultural: tensiones entre lo cristalizado y lo emergente, entre el pasado y el presente, entre lo pensado y lo vivido. Sin duda alguna, éste es un trabajo fundamental para entender no solo la historia conceptual del campo de la comunicación en México y en Argentina, sino también el desarrollo e institucionalización de la comunicación en el contexto latinoamericano.

Por su parte, el sexto artículo que integra el presente número de Comunicación y Sociedad representa un claro ejemplo de una agenda internacional de investigación que conforma los estudios periodísticos con los estudios literarios desde una visión de la comunicación intercultural. En este trabajo, Guiyou Huang estudia el encuentro entre el Este y el Oeste a través del análisis de las articulaciones poéticas y periodísticas de las visiones globales y la comunicación intercultural, expresadas a partir de tres autores: Walt Whitman, Rudyard Kipling y Thomas Friedman. Centrado en la consideración de la cultura como una colección sistemática de sentidos que permite estudiar la diferencia entre las creencias culturales, sus comportamientos raciales y la diversidad de sus prácticas, Huang analiza en su texto titulado “Global visions and East/West intercultural communications: From Whitman to Kipling to Friedman” cómo es que a partir del estudio de la producción de estos tres autores es posible identificar la vitalidad de una visión global sostenida sobre el Este y el Oeste tanto de manera práctica como de manera conceptual.

En un sentido diferente, Nuria Navarro Sierra desarrolla en su investigación un tema nacido a partir del desarrollo de la industria audiovisual y específicamente de la oferta cinematográfica que produjeron los nuevos sistemas de distribución y los cambios en las funciones
de los sectores que intervienen en la comercialización del cine en sistemas online. Catalogado dentro de lo que hemos denominado como los temas emergentes, el trabajo de la autora analiza lo que considera son nuevos modelos que se han desarrollado a partir de la digitalización cinematográfica, las mejoras tecnológicas y la convergencia mediática en el caso particular de España. Su texto titulado “Del patio de butacas a los nuevos espacios del cine. Sistemas online de distribu-
ción cinematográfica” es un análisis de los nuevos sistemas de distribución cinematográfica posibilitados por la conexión en red a partir de la observación directa de algunas de las ofertas presentes en los nuevos sistemas de distribución: la iptv, la Smart tv y los portales de Internet. Por lo tanto, el trabajo centra su análisis en los ejes comunes que articulan los diferentes modos de comercialización que son los agentes del mercado y el público, desde donde concluye que las principales características de los modelos emergentes dan más valor al usuario, puesto que todavía no se han explorado a profundidad las posibilidades que los nuevos medios ofrecen.

También desde la mirada de lo emergente pero situado completamente en la dimensión conceptual se encuentra el octavo trabajo incluido, realizado por Berna Leticia Valle Canales, Sandra L. Murillo Sandoval, Isaías Badillo Piña, Ignacio Peón Escalante, Oswaldo Morales Matamoros y Ricardo Tejeida Padilla a partir de la integración entre el pensamiento de sistemas y la semiótica en un intento por construir desde esta convergencia conceptual una nueva caracterización del concepto de comunicación desde la metodología de sistemas suaves. En su trabajo titulado “Esbozo de la semiótica con perspectiva sistémica”, los autores construyen un modelo desde la semiótica sistémica que aspira a representar y transmitir una visión holística, no jerarquizada, acerca de los estudios, enfoques y perspectivas a futuro sobre la comunicación humana. Basados en la propuesta de Peter Checkland, los autores muestran un camino desde y hacia la transdisciplina para pensar y organizar lo que denominan “los discursos históricos de la comunicación”, una propuesta que claramente puede ser extendida hacia el estudio de cualquier otro discurso histórico. Pensado desde los lenguajes formales de la ciencia, este trabajo es sin lugar a dudas un ejemplo de lo que está por venir en el campo de la comunicación y que supone la ruptura y expansión de sus propios límites conceptuales.

Esta visión sobre la dimensión conceptual de la comunicación es también el tema del noveno artículo, desarrollado por Arturo Rico Bovio en su texto titulado “Un filosofar desde el cuerpo para la sociedad de la información”, trabajo en el cual se acerca al lenguaje y la información desde la filosofía. En palabras del propio autor:

 

Ya que la información tiene, además de la función de explicar lo acontecido, la tarea de prever y preparar acontecimientos y proyectos para el futuro, no es extraño que la filosofía, concebida como crítica de toda información, tenga entre sus tareas, como un arco tensado hacia el mañana, el postular los criterios orientadores de los actos y las creencias humanas. Esta tendencia que denomino “la dirección axiotrópica del saber filosófico, es su cometido más sensible y más trascendente” (p. 246).

 

Enfocado en el estudio de la sociedad de la información entendi-da como un nuevo modelo social caracterizado por una sobresaturada plataforma informativa que tiende a tomar cada vez más autono-
mía sobre la realidad concreta, Rico Bovio centra su reflexión sobre los efectos que este desarrollo tecnológico ha tenido, sobre todo aquellos negativos como la agudización del sentimiento moderno de soledad de hombres y mujeres. De igual forma, el texto presenta una reflexión sobre el cuerpo humano en este contexto, pues se trata de un cuerpo disminuido, reducido a su forma visible y susceptible a la manipulación de la imagen:

 

Una filosofía del cuerpo puede ofrecernos derroteros de investigación novedosos, que profundicen aquella tesis de Merleau-Ponty sobre que el cuerpo es un “donador de sentido” y la de Foucault respecto de que el cuerpo es el blanco de las estrategias de control de los mecanismos del poder (p. 255).

 

Finalmente, el último artículo de Comunicación y Sociedad es el de José de Jesús Chávez Martínez, quien plantea un análisis de los dibujos que los alumnos de la Unidad Culiacán de la Universidad de Occidente en Sinaloa realizaron en sus pupitres a partir de los conceptos de cultura, cultura organizacional, objeto icónico, grafiti y función semiótica. En su texto titulado “¿Dibujos inocentes? Manifestación gráfica-simbólica de alumnos universitarios en sus pupitres”, Chávez Martínez propone ocho categorías de análisis que organiza de la siguiente manera: a) las imágenes de referencia a la naturaleza, b) las imágenes de consumo cultural, c) las imágenes amorosas, d) los símbolos más complejos, e) los rostros desencajados, f) los signos sarcásticos y fantásticos, g) los símbolos del orden propuesto por el narcotráfico, y h) los mensajes escritos. A partir del análisis de cada una de estas categorías, el autor concluye que la iconografía estudiantil responde a tres finalidades: manifestar un gusto personal y marcar un espacio individual de trabajo para volverlo más agradable y vistoso; asumir una posición contrapuesta al orden institucional que ha establecido cierto tipo de mobiliario escolar, y como una manera de evasión y crítica a la rutina educativa y organizacional.

Como puede observarse, el número 24 de Comunicación y Sociedad es muy variado en contextos, enfoques conceptuales y temas de investigación, lo que refleja en cierto sentido la expansión de la mirada comunicativa, la convivencia de lo permanente con lo emergente y la especialización de la mirada analítica en la investigación de la comunicación. Lo que sigue es que cada texto se sume, en las agendas individuales de investigación, al análisis, la crítica y la discusión académica en general, dado que si algo puede mantener socialmente relevante y académicamente vivo a nuestro campo de estudio es precisamente la discusión sobre el conocimiento producido, sobre su proceso de producción y, en última instancia, sobre sus consecuencias sociales, académicas y científicas. Sirva esta breve reflexión como invitación no solo para revisar cada uno de los trabajos aquí presentados, sino para participar en el diálogo académico general que tanta falta le hace al campo de la comunicación.

1 Universidad de Guadalajara, México.

Correo electrónico: morocoi@yahoo.com