A 30 años de

Comunicación y Sociedad: cambios y permanencias en

el campo académico de la comunicación

30 years of Comunicación y Sociedad: changes and continuities in the academic field of communication

Gabriela Gómez-Rodríguez1*

http://orcid.org/0000-0002-2078-1671

Arley Enrique Morrell2

http://orcid.org/0000-0002-6962-153X

Cristina Gallo-Estrada3

http://orcid.org/0000-0003-1066-6239

Se analizan los artículos y ensayos publicados en Comunicación y Sociedad de 2004 a 2016 para mostrar tendencias de autorías, adscripciones y temas abordados, así como revelar enfoques teóricos y metodológicos que prevalecen en el campo de la comunicación. Mediante un análisis de contenido encontramos que el enfoque crítico es preponderante en las investigaciones realizadas, así como la utilización de metodologías tradicionales.

Palabras clave: Comunicación y Sociedad, análisis de contenido, estudios de comunicación, comunicación científica.

Articles and essays published in Comunicación y Sociedad from 2004 to 2016 are analyzed, seeking to show authorship, appointments and subjects trends, as to reveal methodological and theoretical approaches that prevail in the communication field discussed in the journal. Using a content analysis we found that the critical approach is the most used in the studies, as well as the traditional methodologies.

Keywords: Comunicación y Sociedad, content analysis, communication studies, scientific communication.

Introducción

A treinta años de la fundación de Comunicación y Sociedad es necesario realizar un balance de su estado actual, de su aportación al campo de la comunicación y los retos que enfrenta. Cumplir tres décadas constituye un logro tratándose de una publicación del área de la comunicación que se genera en una región de México y no en su capital. Este origen regional no ha cerrado fronteras, sino lo contrario: desde hace tres décadas Comunicación y Sociedad ha ganado espacios de reconocimiento y legitimación, y se fortalece como una ventana a través de la cual se disemina el conocimiento que se genera en Iberoamérica. Estos años transcurridos obligan a analizar los contenidos que circulan en la revista, y reflexionar sobre el papel de esta publicación en el desarrollo del campo académico de la comunicación, observando sus fortalezas pero también sus debilidades.

¿Cuáles son las teorías, las metodologías, las regiones, los temas desde los cuales se mueve el pensamiento y reflexión sobre el campo? Comunicación y Sociedad constituye una muestra del conocimiento que se produce en el área de la comunicación, así como de las preocupaciones y ocupaciones de la comunidad académica. Fuentes (2004) señala que “no son muchos los estudios sistemáticos sobre publicaciones académicas” (p. 8). Existen algunos análisis de tipo descriptivo sobre los contenidos publicados en Comunicación y Sociedad (Fuentes, 2004; Rodríguez & García, 2007; Tovar, 1997); también hay estudios sobre otras publicaciones académicas (Fuentes, 1996, 1998; Gómez-Vargas, 2003) así como análisis bibliométricos de las revistas de comunicación, como las tesis de maestría y doctorado de Ramírez y Ramírez, quien realizó análisis a publicaciones de México (2003) y Canadá (2010).

Un trabajo muy interesante es el que presentan López-Ornelas, Osuna Lever y Díaz López (2017), quienes analizaron las revistas académicas de comunicación de acceso abierto en México, y su visibilidad a través de índices y bases de datos, la utilización de Open Journal Systems (OJS), la inclusión del Digital Object Identifier (doi), el uso de programas antiplagio, entre otros aspectos. Las autoras llegaron a la conclusión de que las revistas de comunicación existentes en México son insuficientes, y que muchas de estas revistas se encuentran rezagadas en su versión electrónica, lo cual constituye uno de los mayores retos ante los procesos internacionales de normalización.

Con el fin de analizar los contenidos diseminados a través de Comunicación y Sociedad, en este trabajo damos continuidad a los análisis previos realizados por Tovar (1997), Fuentes (2004), y Rodríguez y García (2007), a treinta años de su fundación, abonando un poco más al sistematizar mediante un análisis de contenido las posturas teórico-metodológicas que se difunden en el campo a través de la publicación.

Etapas de desarrollo

de Comunicación y Sociedad

Los orígenes de Comunicación y Sociedad se ubican hace más de tres décadas, en el año 1986, cuando los investigadores Enrique E. Sánchez Ruiz y Pablo Arredondo Ramírez crearon el Centro de Estudios de la Información y la Comunicación (ceic) en la Universidad de Guadalajara, cuyo objetivo fue abrir un espacio de difusión del conocimiento científico de las disciplinas que inciden en la comunicación (Arredondo, 1997). Este centro incorporó a otros investigadores a dicho espacio académico y a tan solo un año de su creación, en 1987, se publicó el primer Cuaderno del ceic: “La televisión en Guadalajara: Génesis y Desarrollo”, de Francisco Aceves. En ese mismo año apareció el segundo Cuaderno con una investigación de Guillermo Orozco Gómez “Televisión y producción de significados (tres ensayos)” y en 1988, de Enrique E. Sánchez Ruiz: “Centralización, poder y comunicación en México”. Estos tres Cuadernos del ceic sentaron las bases de lo que después sería –a partir del número 4-5– una revista: Comunicación y Sociedad. En otros estudios se ha señalado con más detalle cuál ha sido la evolución del formato de cuaderno a revista (Fuentes, 2004; Gómez Rodríguez & Gallo Estrada, 2016; Rodríguez & García, 2007; Tovar, 1997). Para este trabajo, analizamos la llamada “Nueva Época” de la revista, que va del año 2004 al 2016, y que coincide con la etapa de convergencia digital, la cual marca varias transformaciones para las publicaciones científicas.

Se distinguen tres etapas que han implicado cambios y transformaciones en la producción y consumo de Comunicación y Sociedad (Gómez Rodríguez & Gallo Estrada, 2016):

1) En papel (1987-2001): En esta etapa se publicaron 40 números. En sus primeros años la colaboración para la revista se nutrió con participaciones de colegas locales, primordialmente (de Jalisco o de la Universidad de Guadalajara), y poco a poco se incorporaron investigadores nacionales e internacionales. La revista se producía de manera casi artesanal en el ceic (que a partir de 1994 se transformaría en el Departamento de Estudios de la Comunicación Social-[decs]), donde se llevaban a cabo los procesos de diagramación, corrección de estilo, revisión de galeras, además de la recepción y evaluación de manuscritos; solo la impresión se hacía a través de un proveedor externo. La revista comenzó a ser conocida a nivel nacional y se fueron abriendo poco a poco las puertas hacia su internacionalización: los colegas del ceic/decs llevaban consigo ejemplares de la revista a los congresos, por lo que los investigadores de otros países e instituciones comenzaron a interesarse en difundir los resultados de sus investigaciones a través de la revista; asimismo, se hicieron convenios de intercambio con otras universidades y bibliotecas. Durante los años 2002 y 2003 no se publicó la revista, debido a asuntos burocráticos internos; una vez resueltos se decidió continuar con la publicación, a partir del 2004; iniciando así una nueva etapa.4

2) “Subir” contenidos en línea (2004-2014). A partir del 2004 inició una Nueva Época; se abrió una página web, dependiente del sitio principal del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (cucsh) de la Universidad de Guadalajara, donde se subieron los contenidos de la primera (1987 a 2001) y Nueva Época (a partir del 2004) en formato pdf, para así divulgar y compartir la revista a una mayor cantidad de lectores, quienes podían descargar los contenidos de manera libre (Gómez Rodríguez & Gallo Estrada, 2016). Sin duda, esto fue una ventana hacia la proyección de la revista, ya que implicaba una nueva forma de diseminar el conocimiento en el área de la comunicación. Sin embargo, hasta este punto el soporte principal de la revista continuaba siendo el impreso.

La revista ha pertenecido desde 2007 al Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del conacyt
(que en 2016 cambia al Sistema de Clasificación de Revistas Mexicanas de Ciencia y Tecnología). Esta institución convocó a todas las revistas que integraban el Índice a publicar solo en formato electrónico usando una plataforma de gestión editorial en línea, de preferencia Open Journal Systems (OJS). El mundo editorial se transformaba y la diseminación de la ciencia también, por lo que se avecinaban transformaciones, que mencionaremos a continuación.

3) Revista electrónica (2015-periodo actual). Desde 2015, con el número 23 (enero-junio), Comunicación y Sociedad inició una transformación en su formato y se fortaleció el objetivo encaminado a una mayor proyección internacional; dejó de ser una revista impresa para convertirse en una publicación electrónica. Esto implicó operar los procesos editoriales utilizando el gestor Open Journal Systems (ojs), cumplir los criterios de calidad e impacto para calificar el ingreso a índices internacionales reconocidos que miden el impacto de una publicación científica (Scopus, en este caso); así como la traducción de los textos al inglés. Otro de los cambios fue modificar la periodicidad de la publicación (de semestral a cuatrimestral); se abrieron espacios en redes sociales para difundir los contenidos (Facebook, Academia.edu, Twitter), y se hizo una revisión a fondo de las políticas editoriales. En la actualidad5 se siguen realizando adaptaciones y modificaciones que se verán reflejados en los próximos números.

Como mencionamos previamente, Tovar (1997) y Rodríguez y García, (2007) han realizado sistematizaciones y análisis de los contenidos de Comunicación y Sociedad (hasta el año 2007), por lo que darle continuidad a estos trabajos, con un análisis de los contenidos desde 2004 hasta el 2016 (Nueva Época), enriquecerá la reflexión sobre el papel de la publicación a 30 años de su fundación y dará luz sobre los retos
que deberán enfrentar no solo quienes editan la publicación, sino la comunidad que nutre con sus reflexiones e investigaciones el campo académico de la comunicación.

Metodología

Este estudio lo abordamos desde una perspectiva cuantitativa y un diseño descriptivo; para ello recurrimos al análisis de contenido. A diferencia de otros acercamientos, que emplean bases de datos y plataformas de indización, nuestro abordaje se dirige al análisis de los textos publicados. Si asumimos que una revista es un medio especializado para publicar la investigación científica, donde los conocimientos de un campo hallan publicidad, existencia social, y su conservación (Ardanuy, 2012), su análisis es un medidor del estado de la producción académica de los investigadores y del campo, así como de sus discusiones y modos de producir ese conocimiento.

Desde esta perspectiva, este trabajo no se centra en los indicadores de impacto, o datos recuperables de bases de datos, índices y herramientas de evaluación científica (Scopus, Web of Science, Google Scholar Citations, SciELO). El análisis sistematiza algunos de los indicadores que “se ocupan de características de los autores del estudio tales como la edad, el sexo, la posición profesional, el país, la afiliación institucional” (Ardanuy, 2012, p. 16) y los indicadores de producción académica: “la cantidad de publicaciones producidas por un autor, una institución y un país durante el periodo analizado” (p. 16).

Estudios anteriores sobre la revista han reportado estos indicadores (Tovar, 1997; Rodríguez & García, 2007), así como otros más de contenido tales como “las temáticas sociales típicas” en los textos, el tipo de medio estudiado o el nivel del proceso comunicacional analizado (Fuentes, 2004). Comparar estos estudios previos con el que aquí hacemos permite pautar las líneas de continuidad, tendencias y rupturas en Comunicación y Sociedad, así como proponer nuevos rumbos de estudios y retos de la investigación científica en el área.

En esta investigación reapropiamos la sistematización realizada por Fuentes (2004) respecto a los medios estudiados, e incluimos en el estudio la propuesta de Jensen (2014), quien distingue a los medios en tres niveles: El primero se refiere al cuerpo humano como condición necesaria y suficiente para la comunicación mediante la socialización y la aculturación. Esta comunicación será extendida por el lenguaje oral y escrito. En el segundo nivel, Jensen ubica a las instituciones y prácticas de comunicación de uno-a-muchos –libros, prensa, foto, cine, radio, tv– que son los medios tradicionales que ampliaron la diseminación y el acceso a la información a través del espacio y el tiempo. Por último, en el tercer nivel coloca a las tecnologías digitales, y se decide enunciarlos como medios interactivos digitales, que han permitido la integración y expansión de las formas digitales, tomando como pilar precisamente las interacciones entre los integrantes y los componentes de un proceso comunicativo.

Si bien repropiamos las propuestas de Fuentes y Jensen, para este trabajo se va más allá, por lo que se analizan la totalidad de los artículos de investigación y los ensayos publicados desde el número 1 de la Nueva Época (2004) hasta el número 26 (2016) (en total un corpus de 209 textos); los cuales encierran las problemáticas, hallazgos y rumbos del campo de la comunicación discutidos a lo largo de esos años. Dejamos fuera del análisis las presentaciones, las reseñas y entrevistas.

Para ahondar en los abordajes teóricos de los estudios acudimos a Craig (1999), quien propuso una reconstrucción tentativa de las tradiciones multidisciplinarias de la teoría de la comunicación como siete vocabularios alternativos para teorizarla como práctica social. Estas tradiciones son: retórica: comunicación como arte práctico del discurso; semiótica: comunicación como mediación intersubjetiva por signos; fenomenológica: comunicación como la experiencia de la otredad; cibernética: comunicación como proceso de información; sociopsicológica: comunicación como expresión, interacción e influencia, proceso por el cual los individuos interactúan y se influencian mutuamente; sociocultural: comunicación como proceso simbólico que produce y reproduce patrones socioculturales compartidos; y la tradición crítica: comunicación como reflexión discursiva.

A fin de determinar desde cuál tradición se construyen los objetos y las discusiones y plantear los abordajes de las problemáticas del campo de la comunicación, así como los posicionamientos metodológicos
y las técnicas de investigación empleadas, analizamos la estructura de los ensayos y artículos enfatizando cómo se articula la discusión en los
objetivos, las hipótesis, los postulados teóricos-metodológicos y los resultados. Diseñamos una hoja de vaciado y sistematizamos cada artículo o ensayo, de acuerdo a su abordaje temático y niveles de comunicación; tradición de investigación; perspectiva de análisis instrumental, diseño de herramientas, tipo de diseño de investigación, herramientas de recolección de datos.

La discusión en las ciencias sociales sobre el rol de la metodología, sus variantes y usos, continúa siendo un terreno fértil de debates y posturas. Para la aproximación metodológica, consideramos las categorías de perspectiva, diseño y herramientas de recolección de datos. Según la perspectiva de análisis instrumental, los estudios pueden concebirse desde metodologías cualitativas, cuantitativas o la combinación de estas; también existen metodologías que implican un diseño de herramientas de tipo experimental o no experimental, según la manipulación o no de las variables de investigación. Estos estudios pueden elaborarse mediante diseños de investigación descriptivos, comparativos, exploratorios y de caso, en función de la profundidad y modo de construir variables y recolectar datos elegidos (Creswell, 2003; Hernández, Fernández-Collado & Baptista, 2006; Rodríguez Gómez, Gil Flores & García Jiménez, 1996).

Respecto a la recolección de datos, identificamos un total de 15 herramientas, teniendo en cuenta su uso en las ciencias sociales y humanísticas. Estas herramientas son: etnografía, etnografía virtual, encuesta, entrevista, observación, observación participante, análisis de contenido, análisis del discurso, análisis bibliométrico, análisis de los marcos, análisis documental, grupos de discusión, diario de campo y mixtos (Creswell, 2003; Hernández et al., 2006; Monje, 2011; Padua, 1979; Rodríguez et al., 1996). Además se incluyeron en el análisis aquellos textos donde pudieran no aplicar estos indicadores de contenido, tradiciones y metodologías (N/A); estos fueron trabajos que nunca superaron el 5% del universo para cada uno de los indicadores, y cuyos aportes y análisis también se discuten.

Resultados

En Comunicación y Sociedad se publicó durante el periodo de análisis, un 61% de artículos empíricos, mientras que un 39% de sus textos fueron ensayos. La política nacional para las revistas científicas marca que toda publicación debe tener al menos un 75% de artículos empíricos; la revista publicaba una mayor cantidad de ensayos antes de la implementación de esta política.

Cabe mencionar en este aspecto que las colaboraciones sobre el campo académico se consideran ensayos al no utilizar una metodología empírica, sino una reflexión basada en fuentes bibliográficas, y que sin embargo son importantes aportaciones al estudio de la comunicación. Este tema ocupa el segundo lugar según su abordaje temático, como se verá más adelante (Tabla 4). Esto sugiere los probables reduccionismos de los indicadores nacionales e internacionales al momento de valorar poco el impacto de un ensayo en una publicación periódica académica, en tanto espacio de reflexión y discusión sobre el campo.

Colaboraciones por sexo, procedencia de artículos, instituciones

En la categoría “sexo” se puede observar una distribución sin grandes diferencias entre hombres (56%) y mujeres (44%), donde estas últimas representan un poco menos de la mitad del total de autores. Aquí consideramos el total de los autores que han colaborado en los artículos publicados en el corpus analizado, no solo los autores en primera posición. Esta categoría no había sido explorada en los análisis previos, por lo que no es posible comparar la primera época y la actual.

En el periodo estudiado observamos un aumento en la participación de autores internacionales con colaboraciones individuales o en primera posición, pues en los primeros veinte años de existencia de la revista se registró un 26.6% de colaboración internacional (Rodríguez & García, 2007), mientras que ahora los autores internacionales conforman un 42% de la muestra. Esta mayor participación se puede interpretar como un avance positivo en el posicionamiento de la revista a nivel internacional. Por otra parte, la presencia nacional supone un 35%, mientras que la colaboración local, es decir, de autores de la propia entidad editora, es el 23% del total.

Fuentes (2004) menciona que la revista “ha logrado conciliar de una manera equilibrada más que otras revistas la doble función de servir a la difusión de los productos de la investigación realizada en la institución que la edita, y el campo académico en que se ubica” (p. 12).
Esto ha cambiado en la última década, ya que el objetivo ha sido captar más colaboraciones internacionales, y no es bien evaluado en las instancias que miden el impacto de la ciencia en México que un investigador publique en la misma institución donde labora. Por lo que los investigadores locales, que en principio encontraron en la revista un foro para publicar, actualmente optan por difundir los resultados de sus investigaciones preferentemente en revistas externas.

Aun así, al tomar en cuenta la adscripción institucional del primer autor de cada artículo, se observa todavía un claro predominio de los investigadores de la Universidad de Guadalajara –en su mayoría pertenecientes al Departamento de Estudios de la Comunicación Social, pero no exclusivamente– al ser la procedencia del autor principal en 49 de un total de 209 casos (23%), mientras que el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (itesm), está presente en la autoría de 13 artículos.6 Estos resultados demuestran que, si bien la tendencia es cada vez más a la publicación en fuentes externas a la propia institución, la autoría local sigue siendo relevante para Comunicación y Sociedad, pues casi una cuarta parte de sus contenidos se producen en la misma institución que edita la revista.

Por otra parte, la Universidad Complutense de Madrid se ubica en cuarto sitio junto con la Universidad Autónoma de Aguascalientes, siendo la Complutense la única institución de origen internacional con más de 5 colaboraciones en la revista en el periodo analizado.

Esta presencia internacional también se puede ver en el sexto y séptimo lugares, donde aparecen, junto con otras instituciones que tienen el mismo número de apariciones, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad de París 8 y la Universidad Pompeu Fabra.

Los resultados del análisis según la ubicación del caso de estudio demuestran que aún hay una clara tendencia a los estudios sobre México, pues es el foco de atención en 92 artículos, lo que corresponde a casi tres veces más de la cantidad de artículos del siguiente caso en la lista, que corresponde a los trabajos que no se ubican en ningún territorio específico, y más de cuatro veces al siguiente país con mayor presencia: España (ver Tabla 2).

En este caso, la categoría N/A corresponde a los artículos de corte ensayístico y de revisión teórica donde se discuten corrientes de investigación, desarrollo histórico de teorías, propuestas metodológicas y recuentos de escuelas de pensamiento, por lo que no se adhieren a un espacio territorial específico. Este dato coincide con la importancia que tiene para la revista la reflexión sobre el campo, razón por la cual este no valor resulta un dato relevante para este trabajo.

El tercer lugar en la Tabla 2, correspondiente a España, confirma la importante colaboración de investigadores de ese país para la revista. El cuarto peldaño está ocupado por Estados Unidos, un caso al que hay que prestar atención debido a que solo 2 de los 13 casos se refieren a problemáticas o estudios que conciernen únicamente a ese país, los 11 restantes se relacionan con otros países ya sea por corresponder a análisis comparativos o por abordar temas como la migración o las comunidades latinas; por lo que los trabajos cuya autoría proviene de colaboradores de ese país tienen la tendencia hacia el estudio de casos sobre México y otras regiones de Latinoamérica.

En relación con los autores que cuentan con más artículos publicados, se mantienen algunos de los nombres que han sido mencionados en análisis previos (Rodríguez & García, 2007): los dos autores más publicados en este periodo, José Carlos Lozano y Raúl Fuentes, ya aparecían en otras sistematizaciones realizadas, pero ocupando peldaños más abajo.

En esta categoría encontramos que se mantiene la tendencia identificada por Rodríguez y García (2007) en cuanto a la proporción de autores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y los autores externos, en los primeros peldaños de frecuencia de colaboración, donde el 53.84% de los autores más publicados pertenecen a la propia institución, presentando una mínima diferencia con el análisis de 2007, donde conformaban el 55.56% del total.

Como caso excepcional, se observa que el autor más publicado en la primera etapa de la revista, Enrique Sánchez Ruiz, solo cuenta con un trabajo en el periodo de este estudio, siendo este el cambio más llamativo en esta categoría.

En la Tabla 3 se puede observar que los tres primeros lugares están ocupados por trece investigadores, agrupados de la siguiente manera: dos autores en el primer sitio, con seis artículos cada uno; tres en el segundo, con cuatro; y ocho en el tercero, con tres colaboraciones. Cabe mencionar que todos los autores más publicados se adscriben a instituciones mexicanas.

Estos resultados hablan de una consolidación de la revista en el ámbito nacional, donde los investigadores del campo de la comunicación de diferentes instituciones del país siguen confiando en esta publicación para difundir sus resultados de investigación.

Otro dato interesante en relación con los autores, son las 21 colaboraciones en la revista de investigadores egresados de los postgrados del decs, pues uno de los factores más relevantes para la consolidación de Comunicación y Sociedad viene dado por las redes que los investigadores del departamento han conformado a lo largo de los años pero también por los espacios de formación académica del mismo; esto lo encontramos en investigadores como Salvador de León y Rebeca Padilla, dos de los autores que más publican en la revista, egresados de la Maestría en Comunicación de la Universidad de Guadalajara, que se imparte en el ya mencionado departamento. A su vez ellos han sido formadores de núcleos académicos en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (uaa), que destaca por ser una de las instituciones con mayor participación en Comunicación y Sociedad. Es decir, hay un vínculo en la consolidación de la revista con los núcleos de formación académica asociados al decs.

Niveles de la comunicación

Siguiendo el modelo propuesto por Jensen (2014) respecto a los tres niveles de la comunicación: 1) el cuerpo humano; 2) instituciones y prácticas de comunicación de uno-a-muchos, y 3) tecnologías digitales (muchos-a-muchos), en Comunicación y Sociedad se le da mayor preponderancia al nivel dos, es decir, a la comunicación masiva (un total de 126 trabajos), aunque también se le da un espacio a estudios que abordan objetos referidos a los sujetos y los medios interactivos digitales, con 28 artículos cada uno, lo cual explicita la apertura del enfoque de la revista y la emergencia de nuevos objetos y reflexiones en el campo y la comunidad académica.

En la Tabla 4 queda evidente que un área de investigación que ha ido cada vez más a la baja es la de la radio. Este sigue siendo uno de los medios con mayor penetración, pero su consumo y producción ha cambiado. Encontramos que hacen falta estudios que evidencien cómo está evolucionando este medio hacia lo digital, o el papel de las radios comunitarias e indigenistas.

Observamos que continúan predominando los estudios de significación/contenido, y tienen relevancia los acercamientos a la recepción/consumo y las políticas/historia/regulación. Significativamente han aumentado las reflexiones sobre los estados de la investigación en el campo de la comunicación, lo cual concuerda con que es el segundo abordaje temático de mayor relevancia publicado en Comunicación y Sociedad.

En cuanto a la referencia temática de los textos (ver Tabla 5), prevalecen los trabajos que analizan el entorno sociocultural, y dentro de este los estudios sobre discursos y las representaciones simbólicas, lo cual ha sido una de las tendencias en la revista. Por su parte, la publicación de trabajos referidos al entorno socioeconómico es otra de las áreas de interés de los investigadores. Encontramos además que si bien permanece el interés por los estudios de corte sociopolítico, aparece en menor medida que el resto de las áreas de estudio.

Tradiciones de investigación

Respecto a las tradiciones de investigación, en Comunicación y Sociedad predominan los estudios desde la perspectiva crítica, teniendo segundo lugar la tradición sociocultural. Atrás se ubican los estudios desde la perspectiva sociopsicológica, semiótica, retórica, y en niveles mínimos los estudios fenomenológicos con solo 7 trabajos, y 2 con carácter cibernético.

Es importante aclarar que fue complejo ubicar algunos trabajos en las tradiciones teóricas, pues no todos los textos empíricos explicitaban desde qué posición teórica se adscribían, por lo que nos llevó a ubicar esos trabajos de acuerdo a la relación que se establecía entre los objetivos, marcos teóricos o autores empleados en la discusión, así como a las respectivas referencias bibliográficas, conclusión y posicionamiento crítico. Reconocemos que esto puede conllevar un sesgo para la interpretación final.

Para el estudio, aquellos artículos o ensayos que en el análisis no encajaban con alguno de los indicadores propuestos para la sección, están expresados con la categoría No Aplica, la cual ha revelado hallazgos que incluimos en el presente análisis.

Un aspecto a destacar es que la cibernética y la fenomenología son las tradiciones menos abordadas en términos generales, siendo los investigadores nacionales y locales quienes lo han hecho, con un artículo en cada caso.

Respecto a la relación que podemos establecer entre las siete tradiciones propuestas por Craig (1999) y los niveles del proceso comunicacional según Jensen (2014) (Figura 4), resulta interesante que en Comunicación y Sociedad predominan las perspectivas crítica y sociocultural, y el abordaje en torno a ellas de los medios tradicionales, excepto en la perspectiva fenomenológica, donde es preponderante el acercamiento a los sujetos desde esta tradición. Por su parte, los medios interactivos digitales son abordados principalmente desde la perspectiva fenomenológica y retórica.

Metodologías empleadas en los artículos

En Comunicación y Sociedad predominan los artículos con una perspectiva de análisis descriptivo (49%), en menor medida se realizan estudios de caso (20%) y estudios comparativos (21%), y apenas en un 10% se realizan estudios exploratorios. El carácter más recurrente de estas investigaciones, según el diseño de las herramientas, es no experimental, y solo un 9% de los artículos recurre a experimentos. Los diseños experimentales suelen implicar mayores recursos de financiación para las investigaciones, así como aproximaciones empíricas muy enmarcadas y de difícil alcance generalizador. Respecto al diseño de investigación, predominan los estudios cualitativos (56%), seguidos por los cuantitativos (34%) y en menor medida la combinación de ambos (10%); estos datos indican la prevalencia de metodologías tradicionales en el campo de estudios de la comunicación.

Por otra parte, encontramos una amplia variedad de herramientas de recolección de datos empleadas en los estudios (ver Figura 5), con una preeminencia del análisis de contenido y del discurso, lo que concuerda con el énfasis en los estudios del discurso y la significación. Un aspecto a resaltar es el hallazgo de técnicas provenientes de los estudios
históricos y lingüísticos, como la gramática generativa, que se incluyeron en la categoría de
Otros, así como el empleo mínimo de las técnicas de origen antropológico. El elevado uso de técnicas mixtas continúa circunscrito a instrumentos ya tradicionales en las ciencias sociales, con una tendencia a combinar dos técnicas, destacando la del análisis de contenido, el análisis documental, la entrevista y la encuesta.

En Comunicación y Sociedad, pocas investigaciones han incorporado novedosas formas de analizar el campo frente al actual ecosistema mediático. Creemos que esto se transformará conforme los investigadores se capaciten en el empleo de otras metodologías para el estudio de los nuevos medios y fenómenos, y cuando la investigación se enriquezca con el trabajo colaborativo con investigadores de otras áreas no sociales o humanísticas.

Así, el análisis arroja que los autores tienden a construir sus artículos desde una perspectiva predominantemente cualitativa, y en menor medida cuantitativa; existiendo un balance en la asunción de estas perspectivas en los autores nacionales e internacionales. Sobresale que los investigadores locales emplean mayormente el enfoque cualitativo sobre el cuantitativo.

Independientemente de la adscripción geográfica, hay una preferencia por los diseños de investigación descriptivos, seguidos por los comparativos y estudios de caso, y hay muy poca atención a los estudios exploratorios (Figura 7).

De acuerdo a la adscripción geográfica de los autores, los investigadores locales acuden más al análisis de contenido y discurso, así como a las entrevistas y técnicas mixtas. Los académicos nacionales preponderan el análisis de contenido, sobre todo cualitativo, seguidos de análisis mixtos y del discurso. Mientras que los investigadores internacionales prefieren las técnicas mixtas, seguidas por el análisis de contenido y del discurso.

Según la perspectiva de análisis instrumental, resulta interesante que no se realice alguna investigación empírica desde la tradición cibernética. Además, predomina la perspectiva cuantitativa en los artículos de tradición sociopsicológica, a diferencia del resto de las tradiciones, donde impera la perspectiva cualitativa. Mientras que la perspectiva cuali-cuanti solo se emplea en las tradiciones semiótica, sociocultural y crítica.

En cuanto a la relación de las tradiciones con el tipo de diseño de investigación, solo las tradiciones crítica, sociocultural y fenomenológica, utilizan al menos una vez los cuatro tipos de diseños (descriptivo, comparativo, estudio de caso y exploratorio). Desde las tradiciones retórica y semiótica nunca se realiza un estudio de caso, mientras que no existen estudios comparativos desde la perspectiva sociopsicológica.

Respecto al uso de herramientas de recolección de datos según las tradiciones, en la crítica se tiende a abordar objetos cuyas herramientas fundamentales son el análisis de contenido, técnicas mixtas y análisis documental; mientras que en la tradición sociocultural se recurre más a las técnicas mixtas, análisis de contenido y a la encuesta.

El resto de las tradiciones, exceptuando la cibernética –que en el trabajo publicado no tiene abordajes empíricos–, emplean muy pocas técnicas. Desde la sociopsicológica se utilizan las técnicas mixtas, el análisis de contenido, la encuesta y la entrevista. En cuanto a la semiótica, se usa el análisis de contenido, el análisis de discurso y las técnicas mixtas. Por su parte, en la retórica se recurre al análisis de contenido, del discurso y análisis de los marcos; y en la tradición fenomenológica, predomina el análisis del discurso, la entrevista, la observación, los grupos de discusión y las técnicas mixtas, siendo esta una tradición poco abordada, pero a partir de la cual se aplican una mayor variedad de técnicas de investigación, o al menos de los trabajos que envían los investigadores a Comunicación y Sociedad.

Si consideramos el amplio abanico de técnicas disponibles y la poca variedad existente en cada tradición, se infiere por un lado la consistencia en la manera de construir las herramientas según las tradiciones, mas
se evidencia a su vez la poca innovación instrumental desde estas.

Conclusiones

Por lo que observamos en los resultados, Comunicación y Sociedad ha sido un espacio para la reflexión epistemológica y la diseminación de la producción académica de investigadores de diferentes países de
Iberoamérica. Pese a que se ha internacionalizado, la revista es un importante espacio de propagación de productos de investigación nacionales y locales, aunque con una tendencia cada vez mayor a recibir trabajos de otros países. Las políticas editoriales existentes y las instituciones que miden el impacto de la ciencia, promueven que las revistas académicas participen en otras dinámicas con el objeto de hacer la ciencia más visible y tener mayor incidencia global, por lo que los objetivos iniciales de la revista, de publicar las investigaciones que realizaba un pequeño grupo de investigadores del
ceic/decs, actualmente han sido rebasados y ampliados.

Sin duda, Comunicación y Sociedad se ha vuelto un referente del campo de estudios de la comunicación en México y es proyectada hacia Iberoamérica (López-Ornelas, Osuna Lever & Díaz López, 2017). La tendencia a la internacionalización de los autores que publican en la revista debe influir en una mayor variedad en la distribución de los fenómenos empíricos analizados, sin demeritar el valor de los autores y los temas nacionales y locales. La emergencia de los fenómenos en torno a Internet motivan además a la necesidad de ampliar el abordaje de los medios interactivos digitales, así como a los sujetos, en correspondencia con las conceptualizaciones y discusiones más comprehensivas sobre la comunicación, ya no circunscrita principalmente a lo mediático, y ciertamente no vista solo desde enfoques críticos y socioculturales.

Ello supondría recurrir a otros modelos teórico-conceptuales y metodologías, diversificando así el enfoque y alcance de la revista, sin renunciar a su objeto de diálogo en el campo de la comunicación, a su difusión y a su consolidación. Creemos que ampliar a estos abordajes y estudios redundaría en el aumento del protagonismo de otras tradiciones de investigación en comunicación, como la cibernética y la semiótica, con otros instrumentos y marcos analíticos para abordar los fenómenos comunicativos, desde perspectivas y objetos menos concentrados en los medios masivos y de carácter sociohistórico, aportando a la unidad dentro de la diversidad que enriquece al campo.

Los análisis anteriormente realizados a Comunicación y Sociedad, así como otras investigaciones en torno a la producción científica a través de las revistas en el campo se han concentrado en indicadores de impacto, geográficos, autorales, institucionales. En el presente estudio retomamos algunos de ellos, pero el énfasis ha recaído en el análisis del contenido al interior de los artículos. Este acento, facilitado por las herramientas elaboradas a partir de Craig (1999), Fuentes (2004) y Jensen (2014), ha permitido conocer cuáles son los debates respecto al campo de la comunicación presentes en los textos de la revista, así como los anclajes epistemológicos y metodologías empleadas para generar conocimiento en el campo, desde los usos, coherencias y aportaciones en los artículos. Consideramos que este es uno de los principales aportes de la presente investigación, tanto a los estudios sobre la producción científica como al campo de la comunicación, al explicitar qué se investiga, cómo y desde cuáles teorías y metodologías.

Esperamos que Comunicación y Sociedad convoque a colaboraciones de otros países pertenecientes a la región latinoamericana que no aparecen en este reporte y de países en otros continentes, y estimule los estudios interdisciplinares e interinstitucionales, que implementen diseños comparativos, metodologías novedosas y relativas a las dinámicas de un mundo hiperconectado en torno a flujos de información y procesos comunicacionales complejos y en constante reformulación. Esto contribuirá al enriquecimiento y comprensión del campo de estudios de la comunicación, de sus problemas y necesidades más urgentes.

El tema es vasto y complejo y queda por trabajar para su análisis aspectos de la publicación sobre los cuales consideramos necesario profundizar, así como complementar los hallazgos presentados con los indicadores provenientes de fuentes externas a la revista como Scopus, SciELO, Web of Science, Google Scholar o Altmetrics,7 pues articularían la producción de la misma en el sistema de comunicación científica internacional y del campo al que se aboca, además de mostrar su visibilidad y recepción.

Como tarea pendiente queda conocer las relaciones de Comunicación y Sociedad con otras publicaciones del campo, los diálogos interdisciplinares con otros campos de estudio, y objetos de conocimiento que acoge y suscita la revista, así como conocer el impacto de sus artículos en los índices internacionales, pero sobre todo en las comunidades académicas (departamentos, asociaciones, grupos de trabajo e investigación, redes sociales académicas tipo Academia.edu y ResearchGate), desde dónde se originan las investigaciones y hacia dónde se difunden. Esto brindaría datos valiosos sobre cómo se disemina e impacta la ciencia, particularmente a través de las revistas de comunicación latinoamericanas, en comparación con las que ocupan los mejores rankings a nivel mundial.

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2 Universidad de Guadalajara, México.

Correo electrónico: arleyenrike@gmail.com

3 Universidad de Guadalajara, México.

Correo electrónico: cristina.ge89@gmail.com


1 Universidad de Guadalajara, México.

Correo electrónico:gabygomez79@gmail.com

Fecha de recepción: 30/05/17. Aceptación: 24/06/17.

* Gabriela Gómez es editora de la revista y no participó en la elección de los dictaminadores de este artículo. El proceso de evaluación estuvo a cargo del coordinador de la sección temática, Dr. Carlos Vidales.

2 Universidad de Guadalajara, México.

Correo electrónico: arleyenrike@gmail.com

3 Universidad de Guadalajara, México.

Correo electrónico: cristina.ge89@gmail.com

4 La publicación de la revista no fue continua. Por un lapso de dos años dejó de publicarse y se decidió iniciar un nuevo periodo en 2004, de ahí lo de “Nueva Época”.

5 Este artículo se terminó de escribir en abril de 2017.

6 Cabe mencionar que se contemplan bajo una sola institución todas las sedes de las universidades mencionadas.

7 Al momento de culminar este artículo Comunicación y Sociedad no cuenta con las prerrogativas legales, imputables a su institución, para gestionar los números doi (Digital Object Identifier, en inglés) de cada uno de sus artículos. Ello impide el rastreo de los mismos en las bases de datos y buscadores, y la consecuente obtención y sistematización de información que arrojaría.