Resumen

Este trabajo estudia cómo la serie Sex Education difunde transnacionalmente discursos sobre sexualidades no normativas, igualdad y diversidad LGBTIQ+. Desde los Estudios LGBTIQ+ se aplica un diseño mixto con metodología no experimental de tipo ex-post-facto usando instrumentos de medición e interacción transmedia y los informes ILGA World y Global Attitudes. Se confirma que Netflix, vía Sex Education, difunde transnacionalmente valores de diversidad e igualdad sexo-genérica en países sin pleno amparo social y jurídico a dicha diversidad, propiciando la construcción de otras subjetividades.

Palabras clave:
    • Sex Education;
    • Netflix;
    • LGBTIQ+;
    • series para adolescentes;
    • transnacionalidad.

Introducción

Netflix, junto con HBO y Amazon Prime, es de los servicios de streaming más populares en todo el mundo y un ejemplo para repensar “nuestros modelos conceptuales de televisión global y lo que significa este término en un contexto de distribución digital” (Lobato, 2019, p. 12). En los albores de la tercera década del siglo XXI, el contenido audiovisual que ofrece Netflix, como indica Opie (2019), está a la cabeza en lo que se refiere a la representación LGBTIQ+ en televisión. Más todavía si tenemos en cuenta la programación original de Netflix concebida para el público adolescente en los últimos años de la década de 2010. Títulos como Élite (2017-), Alex Strangelove (2018), The Chilling Adventures of Sabrina (2018) o Sex Education (2019-) ejemplifican la apuesta de Netflix por la inclusión de las diversas realidades LGBTIQ+ adolescentes en sus filmes y ficción seriada. Y lo que es más destacado: su construcción desde una perspectiva interseccional que incluye personajes LGBTIQ+ con diversidad funcional, social y racialmente diversos y marcadamente tridimensionales. El informe Where We Are on TV (GLAAD, 2020) señala a Netflix como la plataforma de video on demand que ofrece, desde 2016, el mayor número de personajes LGBTIQ+ en su catálogo. Algo que sitúa a Netflix como referente para investigar las estrategias de construcción de personajes LGBTIQ+ en la ficción audiovisual, así como la articulación y difusión de discursos sobre género y sexualidades no normativas en un contexto mediático cada vez más globalizado.

La complejidad de los discursos sobre los afectos, el deseo y la sexualidad que ofrece Netflix a través de estas series hace que se difundan -tanto a través de su plataforma como por canales no oficiales a través de Internet- valores de igualdad y diversidad que, en ocasiones, no son coincidentes con los del orden sociocultural y político-legislativo dominante de los países en los que se consumen estos textos. Una discrepancia que, incluso, se traduce en homofobia de Estado y un ordenamiento jurídico represivo contra quienes manifiestan un deseo o sexualidad disidente.

Desde esta perspectiva, la serie Sex Education adquiere particular relevancia para investigar la difusión transnacional de discursos ligados a la producción de sexualidades e identidades no normativas a través de la ficción audiovisual teen. Trabajos como los de Demory y Pullen (2013), Parsemain (2019), Pullen (2014) o Zurian (2013), dan cuenta del interés creciente por el estudio de la representación de personajes LGBTIQ+ en la ficción para adolescentes. Y es que su presencia en la ficción televisiva ha experimentado un incremento tan notable que, como señala Peters (2016), entre junio de 2010 y junio de 2011 las series teen incluyeron a más personajes no heterosexuales que en las dos décadas anteriores juntas.

En Sex Education, 29 de los 31 personajes adolescentes de las dos primeras temporadas responden a una o más de las siguientes tres variables (Vázquez-Rodríguez et al., 2020): su expresión de género no responde a la feminidad o masculinidad convencional, su orientación sexual trasciende lo cisheterosexual o sus deseos y fantasías no encajan dentro lo esperable por la norma cisheteropatriarcal. Utilizando categorías identitarias más rígidas, Ferrera (2020) sitúa el número de personajes heterosexuales adolescentes en el total de las ficciones europeas de Netflix en un 81.06%. Algo que apoya la relevancia de Sex Education como objeto de estudio.

Ya desde el propio nombre de la serie, Sex Education da cuenta de la vocación pedagógica con la que fue creada de manos de la británica Laurie Nunn. La serie sigue las andanzas de Otis (Asa Butterfield), un adolescente blanco británico que, simulando el trabajo de su madre, sexóloga de profesión, actúa como terapeuta sexual para sus colegas de instituto. Entre las personas que acuden a su consultorio sexual se encuentran representadas un sinfín de identidades, deseos y prácticas sexuales. Al contrario que otras series teen como Gossip Girl (2007-2012), Riverdale (2017-) o Pretty Little Liars (2010-2017), en las que el sexo simplemente ocupa un rol importante en la vida de sus protagonistas, Sex Education realiza un abordaje mucho más pedagógico y didáctico, resaltando problemas e inseguridades que surgen al iniciarse en la sexualidad durante la adolescencia.

Tras su lanzamiento en 2019, la primera temporada de la serie fue vista en más de cuarenta millones de cuentas de todo el mundo (Porter, 2019). Un dato que considera a los espectadores que han tenido acceso a Sex Education a través de la plataforma de Netflix y que incrementaría si se contabiliza a quienes han visto la serie por otros medios alternativos como webs de descarga o visionado online. Tanto si nos centramos en los datos de audiencia que indica Porter (2019), como si analizamos la procedencia geográfica del número de seguidores de Sex Education en redes sociales, el impacto transnacional de la serie obliga a preguntarse por su potencial para la homogeneización cultural de los discursos que transmite. Entre los aspectos más destacables que apoyan esta idea está el hecho de que Sex Education haya sido doblada y/o subtitulada a un total de 30 idiomas. Tal y como explica Matrix (2014), Netflix contribuye a la comunicación intercultural a partir de producciones locales y sus traducciones a diversos idiomas.

Otro aspecto a tener en cuenta serán las prácticas de Netflix, HBO o Amazon Prime al considerar la inclusividad como un valor de producción más, distribuyendo contenidos que tienden a difundir valores asociados a la igualdad de género, la tolerancia, el antirracismo o la representación de la diversidad sexoafectiva. La tendencia a la inclusión -considerada también como respuesta a una lógica comercial donde en televisión la diversidad vende (Farr, 2016)- es, como apuntan Oliveira Silva y Lima Satler (2019), todavía más visible en la programación original de Netflix, que tiene en cuenta factores de mercado como la multiplicación de audiencias LGBTIQ+ y adolescentes, sin olvidar que el consumo cultural en el mundo digital sigue estando vinculado a territorios de experiencia basados, por ejemplo, en identidades, lenguas y valores (García-Leiva, 2017, p. 138). No obstante, los informes anuales de ILGA World (The International Lesbian, Gay, Bisexual, Trans, and Intersex Association) sobre homofobia de Estado señalan numerosos contextos donde existen barreras políticas y legales difíciles de superar. La censura en algunos países condiciona y limita el acceso a parte de la oferta cultural, incluso si se trata de un contenido tan globalizado como el distribuido por las plataformas de video on demand. Netflix cita en sus informes anuales la “necesidad de adaptar sus contenidos e interfaces de usuarios a diferencias culturales y lingüísticas” y dinámicas de censura que hacen que “eliminemos o modifiquemos contenidos populares, lo que provoca la decepción del consumidor, la degradación de la marca o la insatisfacción con el servicio” (Netflix, 2019, pp. 5-6). Que los contenidos audiovisuales más problemáticos del catálogo de Netflix -entre los que podría encontrarse Sex Education- no se distribuyan en todos los territorios donde opera, implica que no existe un “único Netflix”, sino una serie de servicios nacionales ligados a través de una arquitectura de plataforma común.

En cuanto a la importancia de la ficción seriada en la conformación de identidades sexoafectivas, Scarcelli (2014) plantea que la cultura popular, el contacto entre pares e Internet son las principales fuentes de información sobre sexualidad y comportamientos sexuales entre adolescentes. La importancia de productos televisivos globalizados como Sex Education se hace patente al considerar los diversos contextos sociopolíticos y educativos a los que llega cualquier serie producida por una plataforma transnacional, ya que los medios y la cultura popular moldean de forma significativa el conocimiento, el entendimiento y las fantasías que circulan en torno al sexo, sobre todo en las audiencias adolescentes para las cuales la sexualidad es todavía un fenómeno incipiente.

En el caso de la juventud LGBTIQ+, como apuntan Floegel y Costello (2019, p. 31), los relatos audiovisuales y las dinámicas online a través de redes sociales son en gran medida necesarias para paliar la ausencia de información sobre salud sexual, relaciones sentimentales y formación de identidades no normativas, incluso en países en donde los derechos LGBTIQ+ y el feminismo están integrados en la agenda pública. Asimismo, los recursos educativos convencionales a menudo silencian o representan de forma estereotipada las sexualidades no normativas en una brecha informativa que productos concebidos para el entretenimiento, como Sex Education, de alguna manera consiguen llenar. Una carencia educativa, tanto en el ámbito escolar como en el familiar, que la propia serie critica y pone de relieve.

El estudio Televised Sexual Content and Parental Mediation: Influences on Adolescent Sexuality (Fisher et al., 2009) señala que el contenido sexual de ciertas series de ficción dirigidas al público juvenil influye directamente en sus pensamientos, sus comportamientos y sus expectativas sexuales, configurando en gran medida lo que Gagnon y Simon (1973) han denominado sexual scripts. Estos guiones sexuales proporcionan directrices de comportamiento sexual apropiados y no apropiados, dado que las prácticas y encuentros sexuales -al contrario que la sexualidad, puramente biológica- se aprenden a través de la cultura y la interacción con otras personas teniendo en cuenta tres dimensiones: los escenarios culturales, los interpersonales y los intrapsíquicos. Asimismo, y como señalan Van Damme y Biltereyst (2013, p. 287), los sexual scripts que suelen presentar los medios convencio-nales son tendentes a reflejar la ideología dominante y el poder social. En lo que afecta a Sex Education y atendiendo al estudio de Vázquez-Rodríguez et al. (2020), se podría decir que la serie ofrece sexual scripts alternativos exentos de valores y normas propias de la cultura cisheterosexual, presentando modelos -occidentales- de comportamiento sexual para quienes sus fantasías, orientaciones e identidades no coinciden con la norma.

Estos modelos de scripts alternativos serán mediados por el doblaje y el proceso de subtitulado del producto original. Más todavía si tenemos presente que Netflix llegó a contar en 2019 con más de 167 millones de suscriptores procedentes de 190 países distintos (Netflix, 2019, p. 46). Una apuesta por el mercado global que hace que todo su contenido esté, ya sea en su versión doblada o subtitulada, disponible al menos en tres idiomas. Así, los procesos de subtitulado y doblaje constituyen un espacio clave para la negociación entre valores e identidades globales y locales.

Teniendo en cuenta todas estas consideraciones, la hipótesis de este trabajo viene a articularse de la siguiente manera: Sex Education, serie británica original de la compañía norteamericana Netflix, lleva a cabo una difusión transnacional de discursos sobre sexualidades no normativas, igualdad y diversidad LGBTIQ+ en contextos donde no se reconocen sus derechos y libertades se persigue todo comportamiento que suponga una desviación de la norma cisheteropatriarcal, algo que sucede incluso en países donde no opera la plataforma o la serie no está incluida en su catálogo.

Partiendo de esta hipótesis a validar, surgen los siguientes objetivos de investigación: a) Determinar la correlación que existe entre la inclusión de Sex Education en el catálogo que Netflix ofrece en cada país que opera y el marco jurídico y nivel de tolerancia hacia los derechos LGBTIQ+ de cada país en cuestión; b) Identificar la presencia de seguidores de Sex Education en países donde la serie no se oferta en el catálogo de Netflix, especialmente en donde hay escasa tolerancia social con los derechos y libertades LGBTIQ+ u homofobia de Estado; c) Contrastar el nivel de demanda de Sex Education en los países donde la serie se oferta en el catálogo de Netflix con su nivel de aceptación y marco jurídico en cuanto a derechos y libertades LGBTIQ+.

Metodología

Este trabajo plantea un diseño metodológico mixto partiendo del ámbito de la metodología no experimental de tipo ex-post-facto con orientación descriptiva y de búsqueda de la mejora (Buendía et al., 1998). Por este motivo, el foco se centrará en explicar el fenómeno a estudiar, intentando dar respuesta a cuestiones sobre el estado de dicha situación partiendo de un estudio de caso (Yin, 1994) como método válido en ciencias sociales para dar respuesta y satisfacer las necesidades de conocimiento de la sociedad.

Respecto a la recogida de información, una limitación es la dificultad de acceso a datos oficiales de Netflix sobre el impacto de su contenido en la audiencia global. No obstante, las redes sociales ofrecen datos y regularidades que las convierte en una valiosa fuente de recogida de información para el estudio del impacto del contenido distribuido por Netflix dirigido a adolescentes. Algunas social TV viewing practices como el binge-watching, práctica generalizada entre el público joven que implica ver temporadas enteras de una serie o programa de televisión de una sola vez (Matrix, 2014, p. 124), tienden a acompañarse de procesos de consumo multipantalla e interacción transmedia por parte de la audiencia. Así, los espectadores de Netflix suelen acudir a las redes sociales inmediatamente después de -a veces incluso durante- el visionado para compartir sus críticas y opiniones sobre lo que han visto y conectar con sus pares, generándose dinámicas de opinión, interacción y autoafirmación identitaria: “las comunidades virtuales vinculadas a los productos de ficción construyen un poder autónomo, conformando una opinión pública mediática que se viraliza y obliga a las corporaciones audiovisuales a tenerlas en cuenta” (Del Olmo & Bustos Díaz, 2020, p. 379). Las social TV viewing practices ofrecen nuevos espacios de interacción y conexión para la audiencia. Por eso, como apunta Matrix (2014), la medición de la actividad en redes sociales e Internet en torno a los productos mediáticos resulta tan enriquecedora como otras metodologías de análisis de audiencias más tradicionales al estilo de las encuestas o los focus groups.

A la hora de plantear el diseño metodológico de esta investigación multivariable se han tenido en cuenta diversos factores para determinar el alcance transnacional de Sex Education. A pesar de que la serie no se encuentra disponible en todo el mundo, existen webs alternativas donde los espectadores pueden visualizarla o descargarla sin estar suscritos a la plataforma. Un fenómeno relacionado con la piratería que la propia compañía evalúa como riesgo de negocio al estar “sometido a un rápido crecimiento mundial” (Netflix, 2019, p. 3). Asimismo, existe la posibilidad de obtener acceso a parte del contenido de Netflix a través de proveedores que operan localmente a través de licencias para la transmisión de contenido.

Teniendo en cuenta la complejidad y las limitaciones a la hora de establecer el universo de países donde es accesible Sex Education, la muestra de este estudio se ha diseñado atendiendo a los datos del catálogo de Netflix ofrecidos por uNoGS (Unofficial Netflix Online Global Search). Junto a otros comparadores web extraoficiales como Allflicks y Netflixable, la elección de uNoGS se justifica al ser utilizada por numerosos investigadores (Aguiar & Waldfogel, 2018; Lobato, 2017) como fuente de información sobre el catálogo de Netflix, lo que da cuenta de su grado de validez a pesar de sus limitaciones y de no ser una fuente oficial. Atendiendo a esta muestra de países, se ha cuantificado el número de idiomas a los que ha sido doblada y subtitulada, prestando atención a la situación del colectivo LGBTIQ+ en los países en los que se hablan dichos idiomas.

Respecto a la recogida de información para analizar el nivel de demanda de la serie en los lugares en los que se ha distribuido, tercera variable, se han tomado datos procedentes del mes de noviembre de 2020 ofrecidos por la consultora Parrot Analytics sobre el nivel de demanda de Sex Education en una veintena de países durante los últimos 30 días, comparándolo con el de una serie media. La elección del mes obedece a un criterio medio al no responder a ninguno de los periodos de estreno de sus dos temporadas. Complementariamente, se han recogido también de Parrot Analytics datos sobre el nivel de viajabilidad de la serie. Una variable que mide la demanda que tiene Sex Education en cada uno de los países en relación al país de origen de la serie, en este caso Reino Unido.

Para el estudio de la procedencia e idioma hablado por los seguidores de las cuentas oficiales de Sex Education en redes sociales, se han tomado los datos proporcionados por la plataforma Audiense en octubre de 2020. A partir de una muestra representativa de 10 000 perfiles que siguen a una cuenta dada en redes sociales, Audiense realiza una aproximación de su audiencia target. Por último, en cuanto a los datos recogidos sobre los distintos niveles de aceptación social y marcos jurídicos que afectan a los derechos y libertades de la comunidad LGBTIQ+ a nivel global, y que sirven para triangular con las anteriores variables, se han tomado como referencia el informe Homofobia de Estado 2020 elaborado por ILGA World (2020) y el informe Global Attitudes 2019 del Pew Research Center (2019).

Resultados

De los más de 190 países en los que la plataforma opera (Netflix, 2019, p. 1), a fecha de octubre 2020 uNoGS ofrece datos de Sex Education en 36 de ellos: Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, República Checa, Corea del Sur, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Hong Kong, Hungría, India, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón, Lituania, Malasia, México, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumanía, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Tailandia y Turquía. Respecto a los idiomas en los que ha sido doblada por Netflix, a fecha de diciembre de 2020 está disponible en 14 lenguas:4 alemán, checo, español, francés, hindi, húngaro, indonesio, italiano, japonés, portugués de Brasil, polaco, tailandés, turco y ruso. En cambio, los idiomas en los que están disponibles los subtítulos son más numerosos, sumando a los 14 mencionados 16 más: árabe, alemán, coreano, croata, finlandés, danés, griego, hebreo, holandés, malayo, mandarín tradicional y simplificado, noruego, rumano, sueco y vietnamita.

En cuanto a los diferentes contextos de consumo de Sex Education en los países que conforman la muestra, los datos de homofobia de Estado del informe ILGA World 2020 permiten comprobar que la serie se emite en países en los que los derechos y libertades de personas LGBTIQ+ presentan una variada protección a nivel jurídico, tal y como se sintetiza en la Tabla 1.

Países donde Sex Education forma parte del catálogo de Netflix en relación al nivel de aceptación social de la homosexualidad y homofobia de Estado
País Global Actt. 2019 Criminalización Protección Reconocimiento
Acept. social homosex. Acto sexuallegal Año dedespenalización Pena máx. Constitucional Contra crímenes de odio Contra incitación al odio Contra terapias conversón Matrimonio Unión civil
Alemania 86 1968-1969 No No No No
Argentina 76 1903 No No Limitada
Australia 81 1975-1997 No Limitada Limitada
Bélgica 92 1795 No No
Brasil 67 1831 No
Canadá 85 1969 No Limitada
Chequia 59 1962 No No No No No
Corea del Sur 44 No No No No No No
Eslovania 44 1962 No No No No
España 89 1979 No Limitada
Estados Unidos 72 1962-2003 No No Limitada Limitada
Francia 86 1491 No No No
Gracia 48 1951 No No No
Hong Kong 1991 N/A No No No No No
Hungría 49 1963 No No No
India 37 2018 No No No No No No
Irlanda 1993 No No No No
Islandia 1940 No No No No
Israel 47 1988 No Limitada No No No
Italia 75 1890 No No No No No
Japón 68 1882 No No No No Limitada No
Lituania 28 1993 No No No No
Malasia No 20 No No No No No No
México 69 1872 Limitada Limitada Limitada
Países Bajos 92 1811 No Limitada No
Polonia 47 Si 1932 No No No No No No
Portugal 1983 No
Reino Unido 1967-1982 No No
Rumania 1996 No Limitada No No No
Rusia 14 1993 No No No No No No
Singapur No 2 No No No No No No
Sudáfrica 54 1998 No No
Suecia 94 1944 No No
Suiza 1942 No No No No
Tailandia 1957 No No No No No No
Turquía 25 1858 No No No No No No

Fuente: Elaboración propia con base en uNoGS, el informe Global Attitudes 2019 del Pew Research Center y el informe Homofobia de Estado 2020 de ILGA World.

Aunque la complejidad de estos contextos requiere matizar cada dato particular con los estudios de caso -país por país- que ofrece el informe de ILGA , es significativo que Sex Education se oferte en países como Malasia y Singapur, donde los actos sexuales entre personas del mismo sexo son ilegales y están penados con hasta un máximo de 20 años y dos años de cárcel, respectivamente. Es también relevante el caso de India, donde la despenalización de actos sexuales entre personas del mismo sexo se produjo en 2018, tan solo un año antes del lanzamiento de la serie a nivel internacional. Complementariamente a los marcadores de homofobia de Estado, el nivel de aceptación social de la homosexualidad en los países en los que se emite a través de la plataforma Netflix y forman parte de la muestra, de acuerdo con el informe en Global Attitudes,5 revela que el nivel de aceptación de las personas LGBTIQ+ no llega al 60% en países como Sudáfrica (54%) y República Checa (59%) situándose por debajo del 50% en los casos de Hungría (49%), Grecia (48%), Polonia (47%), Israel (47%), Eslovaquia (44%), Corea del Sur (44%) e India (37%). En este sentido serán significativos, por su escaso nivel de tolerancia y aceptación, los casos de Turquía (25%), Lituania (28%) y, especialmente, Rusia (14%).

A pesar de que los datos que ofrece uNoGS no contemplan a Indonesia, país en donde el nivel de aceptación social de la homosexualidad no llega al 10%, Netflix sí ofrece Sex Education doblada al indonesio tanto en Países Bajos como en Turquía. Resulta reseñable que el Indonesia Internet Service Providers (ISP) y Telkom Indonesia tengan bloqueado a Netflix desde el 2016 por considerar que la compañía no opera con las licencias necesarias y expone a sus suscriptores a contenidos violentos y pornográficos prohibidos por las leyes nacionales (Azhar, 2019). Destacable será también el caso del doblaje y subtitulado en mandarín y en vietnamita, ya que oficialmente la serie no se emite en China y Vietnam.

Otro aspecto a destacar es el impacto de la serie en redes sociales. Los datos arrojados por la plataforma Audiense revelan que, en el ranking de los 25 países con más cuentas que siguen a Sex Education en redes, se encuentra Filipinas en el noveno lugar, Indonesia en onceavo y Sudáfrica en el decimosexto. Turquía, Polonia y Nigeria cerrarán el ranking con las tres últimas posiciones en este orden. Datos significativos teniendo en cuenta que en doce estados de Nigeria los actos sexuales entre personas del mismo sexo son castigables con pena de muerte (ILGA World, 2020), o que el nivel de aceptabilidad social de la homosexualidad en Nigeria sea del 7% y en Indonesia del 9% (Pew Research Center, 2019). En el caso de Polonia y Turquía, donde existe un marco jurídico que no criminaliza las relaciones sexuales entre iguales, la homofobia institucionalizada tiene carta de legitimidad mostrando, al tiempo, niveles de aceptación social de un 47% y 25% respectivamente, de los más bajos de Europa.

En cuanto a los idiomas más hablados por las personas que siguen las cuentas de Sex Education a nivel global, el más usado es el inglés (40.84%), seguido del español (18.44%), portugués (8.75%), francés (3.87%), tagalo (1.72%), antiguo indonesio (1.56%), thai (1.15%), turco (1.06%), árabe (0.86%) y ruso (0.81%).

El tagalo, lengua oficial en Filipinas, se sitúa como el quinto idioma más hablado, siendo Filipinas el noveno país en la procedencia de los seguidores de estas cuentas (Audiense, 2020). Sex Education se ha ofrecido con subtítulos en malayo a través de los catálogos oficiales de Netflix en Malasia, Singapur -donde es idioma oficial- y Tailandia. Dentro del contexto malayo, la censura y limitación de contenidos posiblemente ofensivos por cuestiones religiosas o ligadas a la sexualidad han sido objeto de diversas investigaciones como la de Adnan Pitchan et al. (2019). Otro caso singular es el del árabe. Sex Education se ofrece subtitulada al árabe en un total de 17 países donde no es idioma oficial: Argentina, Bélgica, Canadá, España, Francia, Grecia, Islandia, Israel, Italia, México, Portugal, Reino Unido, República Checa, Singapur, Sudáfrica, Suiza y Tailandia. No obstante, uNoGS señala que la serie no está disponible en ninguno de los países árabes donde opera Netflix.

En lo relativo a la popularidad de la serie en diversos contextos (Figura 1), aspecto medido aquí a través de la variable viajabilidad, que alude al nivel de demanda de Sex Education respecto al país del que es originaria la serie en una horquilla de 30 días, los datos de Parrot Analytics de noviembre de 2020 sitúan a la cabeza a Rusia (289%), India (264%), Filipinas (171%), Sudáfrica (132%) y Estados Unidos (109%).

Viajabilidad de Sex Education durante noviembre de 2020

Rusia, que encabeza el ranking, presenta un nivel de demanda entre su audiencia casi tres veces mayor que en el país de origen de la serie (Reino Unido). Asimismo, la serie es 16 veces más popular que una serie de televisión media distribuida en Rusia. Dato significativo ya que en Rusia opera, a so capa de la protección a menores, una ley contra la propaganda homosexual desde 2013 que castiga con multas la difusión de cualquier contenido que normalice las relaciones sexuales no tradicionales y que ha amparado una homofobia institucionalizada (ILGA World, 2020).

En cuanto a India, que ocupa el segundo lugar en nivel de demanda respecto a Reino Unido, las relaciones homosexuales se despenalizaron en 2018, un año antes del estreno de la primera temporada de la serie. También aquí el nivel de demanda de Sex Education con respecto a una serie media es significativa, un 14.3 mayor, según los datos de Parrot Analytics.

Conclusión

Con todos los resultados expuestos, revisamos la hipótesis y objetivos del presente trabajo. Con respecto al primer objetivo que se plantea, se constata que, de la muestra de países elaborada con los datos de uNoGS, los dos únicos países en los que Netflix ofrece Sex Education como parte de su catálogo oficial y en los que los actos sexuales entre personas del mismo sexo están penados por ley son Singapur y Malasia. Ello no implica que la serie no se distribuya en otros lugares en los que la situación político-social del colectivo LGBTIQ + no cuente con un amplio nivel de aceptación, respeto y tolerancia y un adecuado marco de protección gubernamental. En ese sentido, el que Sex Education forme parte del catálogo de Netflix en países como Turquía, Lituania o Rusia, donde el nivel de aceptación social de la homosexualidad es del 25%, 28% y 14% respectivamente y existe una homofobia institucionalizada, confirma la hipótesis inicial: Netflix posibilita la difusión transnacional de discursos sobre sexualidades no normativas, igualdad y diversidad LGBTIQ+ en contextos donde los derechos y libertades de este colectivo no forman parte de la agenda pública. Sin embargo, como se demuestra en el análisis de las otras variables objeto de estudio, Sex Education ha traspasado las barreras geográficas delimitadas por los catálogos oficiales de Netflix, convirtiéndose en un producto audiovisual extremadamente popular en contextos incluso más abiertamente hostiles al colectivo LGBTIQ+ de los anteriormente mencionados. Algo relevante porque la popularidad del contenido original de Netflix la propia compañía lo valora como una clave de éxito de cara a diferenciar su servicio de otras ofertas y mejorar su imagen de marca (Netflix, 2019, p. 4).

En ese sentido, el que la serie esté doblada y/o subtitulada a más lenguas que aquellas que son oficiales en los países en los que se distribuye Sex Education implica que el contenido original de Netflix puede llegar por canales extraoficiales (doblado y/o subtitulado en sus lenguas oficiales) a las audiencias de aquellas regiones en las que la serie no está disponible a través de la plataforma. Este fenómeno puede responder a la estrategía de Netflix de ofrecer contenido en el idioma nativo de comunidades migrantes en la diáspora, que constituyan un porcentaje representativo de la población de los países en los que sí se distribuye. Entre los casos más destacables puede encontrarse el de la comunidad china en la diáspora (por ejemplo en Estados Unidos y en el Reino Unido) o lo que sucede con el doblaje al vietnamita que ofrece Australia, un país con fuerte influencia audiovisual en la zona Asia-Pacífico.

Estos hechos no anulan la posibilidad de que Sex Education haya sido doblada y/o subtitulada extraoficialmente a más lenguas de las que reseña uNoGS con fines comerciales o activistas para ir introduciendo en esos países, de forma alternativa por medio de copias ilegales, contenidos desde la diáspora a personas y colectivos LGBTIQ+ dentro de un determinado país. Por ejemplo, no deja de ser llamativo que, a pesar de que la serie se ha distribuido en Sudáfrica, no se hayan ofrecido doblajes ni subtitulados en ninguno de los idiomas autóctonos de la región a excepción del inglés.

Podemos especular, a tenor de que el nivel de aceptación social de la homosexualidad en Sudáfrica es tan solo del 54% (Pew Research Center, 2019), que tal vez circulen en el mercado ilegal, ya sea a través de comercios, puestos ambulantes, grupos de fans o activistas LGBTIQ+, copias extraoficiales de Sex Education artesanalmente traducidas a alguna de las lenguas habladas del país u otras del continente africano.

Atendiendo a los posibles contextos de recepción de la serie en función de los idiomas a los que ha sido traducida, llaman especialmente la atención el árabe, el indonesio, el mandarín y el malayo. El único país en el que Sex Education se distribuye en esta última lengua donde las personas LGBTIQ+ no se enfrentan a posibles consecuencias legales es Tailandia, en donde no es lengua oficial. Aunque el árabe es el quinto idioma más hablado del mundo y el mandarín, lengua oficial en Hong Kong y Singapur, el segundo (Eberhard et al., 2021), ambos idiomas se hablan de forma mayoritaria en lugares donde más acusada es la homofobia de Estado. La única excepción a esta dinámica es Hong Kong, donde el matrimonio igualitario no es legal, pero sí existe un reconocimiento limitado de los derechos de parejas LGBTIQ+. El indonesio, que es hablado en Indonesia, donde el nivel de aceptación de la homosexualidad es del 9%; en Timor Oriental y en algunas regiones de Singapur y Malasia se sitúa como el sexto idioma más utilizado por las personas que siguen las cuentas de Sex Education en redes sociales. Asimismo, Indonesia ocupa el onceavo lugar en procedencia geográfica de seguidores. El árabe, por su parte, ocupa la décima posición de este ranking. Ambos datos ejemplifican la relevancia cultural de la serie para la difusión de discursos pro-LGBTIQ+ en contextos poco proclives a estos valores, incluyendo aquellos en los que Sex Education no se ha distribuido de forma oficial.

En este sentido, es destacable la función pedagógica que cumple la serie en la difusión de conocimiento en torno a sexualidades LGBTIQ+ y prácticas sexuales en general, supliendo posibles carencias informativas entre su audiencia y pudiendo despertar el interés de sus espectadores por el tema. Esta necesidad, tanto informativa como de afirmación de la propia identidad será todavía más acuciante en aquellos contextos donde las diversas realidades LGBTIQ+ están particularmente invisibilizadas. En el ámbito europeo, que en contextos como el ruso, el húngaro o el polaco -en los últimos años especialmente hostiles para los colectivos LGBTIQ+ (ILGA Word, 2020)- se haya distribuido Sex Education supone abrir un espacio para la producción de subjetividades LGBTIQ+ y la generación y circulación de conocimiento sobre sexualidad donde tiene cabida la diversidad sexo-genérica. Además, hay que tener en cuenta que el ruso es un idioma que se sigue hablando en los antiguos países de la urss, donde habitualmente se piratean los contenidos audiovisuales. En este sentido, son significativos los casos de países del Cáucaso como Armenia y Georgia. Por otro lado, trabajos como el de Condy e Ivan (2019), centrado en Singapur, confirman cómo las ficciones teen de Netflix contribuyen al empoderamiento de jóvenes en el ámbito sexual en contextos donde el curriculum en educación sexual se limita a señalar los riesgos del sexo premarital e Internet se posiciona desde las instituciones educativas como una influencia corruptora para los adolescentes (Liew, 2014, p. 710).

Los datos del nivel de demanda y viajabilidad de Sex Education en países con menor nivel de aceptación social de la homosexualidad muestran el impacto de esta serie y cómo podría actuar para los colectivos LGBTIQ+ como fuente para recabar información sobre relaciones sentimentales, orientaciones sexuales o identidades de género que en países donde cuentan con mayor protección legal y social. Prueba de ello es que Sex Education tiene un nivel de demanda 15.5 veces mayor al de otros productos audiovisuales similares distribuidos en Rusia, es 14.2 veces más alto al de aquellos circulados en India o 7.1 veces mayor en el caso sudafricano. Países que ocupan, al tiempo, el primer, segundo y cuarto lugar en el ranking de nivel de viajabilidad de la serie. Respecto a India, los actos homosexuales se despenalizaron solo un año antes del estreno de la serie objeto de estudio, y en Sudáfrica, a pesar de estar legalizado el matrimonio igualitario, no existe protección legal frente a crímenes de odio LGBTIQ+ y el nivel de aceptación social de la homosexualidad es tan solo del 54%.

Sex Education, como producto audiovisual articulado de forma específica en torno a personajes con una afectividad y sexualidad no normativa, con los que su audiencia transnacional adolescente puede llegar a empatizar, contribuye a la visibilización y progresiva aceptación global de las distintas realidades LGBTIQ+ incluso en contextos donde estos colectivos no cuentan con amparo social, protección jurídica y gubernamental y en donde los propios contenidos de la serie puedan ser un riesgo para la compañía (Netflix, 2019, p. 6). Algo que, al tiempo, ha de contemplarse junto a otras iniciativas de Netflix como las series Élite (2017-) y The Chilling Adventures of Sabrina (2018) o el largometraje Alex Strangelove (2018). Productos audiovisuales que permiten pensar en esta amplitud de márgenes de lo decible, lo representable -y consumible- que Netflix platea en cuanto a la apertura de discursos sobre sexualidades no normativas.

El que Netflix no esté sometido a barreras geográficas hace posible, como se refleja con el caso de estudio de Sex Education, la difusión de valores de diversidad e igualdad sexo-afectiva incluso en países donde no existe el amparo jurídico a dicha diversidad. Una difusión transnacional de discursos sobre sexualidades no normativas que, en definitiva, posibilita la construcción de otras subjetividades y generar cambios en las percepciones hacia las diversas realidades LGBTIQ+.

Notas al pie:
  • 4

    A efectos de esta investigación, no se ha contabilizado como idiomas diferentes el español de España y el de Latinoamérica; el portugués de Brasil frente al hablado en Portugal; ni el mandarín simplificado vs el tradicional (únicamente usados en los subtítulos).

  • 5

    El informe Global Attitudes llevado a cabo por el Pew Research Center en 2019 contempla 34 países representativos de los cinco continentes. No incluye los datos de Hong Kong, Islandia, Irlanda, Malasia, Portugal, Reino Unido, Rumanía, Suiza y Tailandia, países donde uNoGS incluye a Sex Education en el catálogo oficial de Netflix. Ver Pew Research Center (2019)

  • Cómo citar este artículo:

    Zurian, F. A., García-Ramos, F. J. & Vázquez-Rodríguez, L. G. (2021). La difusión transnacional de discursos sobre sexualidades no normativas vía Netflix: el caso Sex Education (2019-2020). Comunicación y Sociedad, e8041. https://doi.org/10.32870/cys.v2021.8041

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Historial:
  • » Recibido: 30/12/2020
  • » Aceptado: 17/04/2021
  • pub: 11/08/2021
  • » : 16/04/2022» : 12/2021