Resumen

Se analizaron los patrones de compromiso y desafección políticos entre cuatro grupos relevantes de ciudadanos a partir de sus niveles de partidismo y de movilización cognitiva. Los resultados revelan diferencias significativas entre grupos, con aquellos con mayor grado de movilización cognitiva (partidistas cognitivos y apartidistas) exhibiendo niveles superiores de eficacia política interna, así como menor apatía política cuando se les compara con los grupos con bajos valores en esta variable (partidistas rituales y apolíticos).

Resumo

Os padrões de comprometimento e descontentamento político entre quatro grupos relevantes de cidadãos foram analisados com base em seus níveis de partidarismo e mobilização cognitiva. Os resultados revelam diferenças significativas entre os grupos, com aqueles com maior grau de mobilização cognitiva (partidários e não partidários cognitivos) apresentando níveis mais elevados de eficácia política interna, bem como menor apatia política quando comparados com grupos com valores baixos nesta variável (partidários rituais e apolítico).

Palabras clave:
    • Movilización cognitiva;
    • desalineamiento partidista;
    • compromiso político;
    • desafección política;
    • campañas electorales.
Palavras chave:
    • Mobilização cognitiva;
    • desalinhamento partidário;
    • compromisso político;
    • desafeto político;
    • campanhas eleitorais.

Introducción

La identificación partidista ha sido durante mucho tiempo un concepto clave en la literatura sobre opinión pública y comportamiento político en los Estados Unidos y muchas otras democracias alrededor del mundo (Campbell et al., 1960; Dalton, 2000a, 2020; Gunther et al., 2016; Lupu, 2015; Nadeau et al., 2017; Weisberg & Greene, 2003),2 debido a que se le considera como un poderoso heurístico que ayuda a los electores a interpretar, organizar y procesar el gran cúmulo de información proveniente de diversas fuentes con el fin de evaluar fenómenos y objetos políticos y tomar decisiones políticas, particularmente durante los procesos electorales. Pese a la relevancia de la identificación partidista, un creciente número de viejas y nuevas democracias han experimentado un declive significativo en el número de electores que se identifican con los partidos (Dalton, 1984, 2000b, 2013, 2020; Cisneros, 2020; Mair, 2013; Mair et al., 2004). Este desalineamiento partidista ha generado preocupación entre los estudiosos de la participación política, pues advierten que puede traer consigo un menor involucramiento de los ciudadanos respecto de la política (Dalton & Wattenberg, 2000; Klar & Krupnikov, 2016; Mair, 2013).

Tal preocupación se debe, en buena medida, a los hallazgos de los estudios pioneros sobre identificación partidista y participación electoral. The American Voter (Campbell et al., 1960) y diversos estudios subsecuentes señalaron que los electores sin partidismo (independientes) exhibían menores niveles de participación electoral y de activismo en las campañas que los partidistas. No obstante, más recientemente (Dalton, 1984) se ha demostrado que el grado en el que los independientes se involucran en la política no necesariamente es limitado y depende en buena medida de sus niveles de movilización cognitiva (MC). Este tipo de movilización, distinta a la generada por la identificación partidista, está asociada con el proceso de modernización socioeconómica, particularmente con un mayor acceso a fuentes de información política (debido al cambio tecnológico y una disponibilidad más amplia de medios de comunicación), así como a los niveles más altos de educación e interés en la política entre las nuevas generaciones (Dalton, 1984, 2020; Donovan, 2017).

En conjunto, ambos desarrollos generarían mayores recursos y habilidades cognitivas por parte de los ciudadanos, reduciendo la necesidad del partidismo como heurístico para el procesamiento de información y la toma de decisiones políticas (Dalton, 2012, 2013). Como sostiene Dalton (2013), la MC “puede producir un nuevo tipo de no partidista: no alineado, pero también políticamente comprometido” (p. 39). La relación entre MC y partidismo ha sido analizada por medio del índice cognitivo-partidista (Dalton, 1984, 2012, 2013, 2020), el cual combina la presencia o ausencia de partidismo con un indicador de MC compuesto por mediciones del nivel educativo y de interés en la política de los ciudadanos. Bajo este esquema, es posible distinguir cuatro tipos de ciudadanos: los partidistas rituales, los partidistas cognitivos, los apartidistas y los independientes apolíticos (Tabla 1).

Movilización partidista y movilización cognitiva
Movilización partidista
Independiente (puro o inclinado) Partidista (fuerte o débil)
Movilización cognitiva Alta Apartidista: ciudadanos que no se sienten identificados con ningún partido político, pero que sí están interesados en la política, por lo que tienen la capacidad de tomar decisiones políticas sin necesariamente depender de las señales que les proporcionan los partidos. Partidista cognitivo: ciudadanos altamente sofisticados que basan su conocimiento de la política tanto en sus vínculos partidarios como en su capacidad para procesar información política por sí mismos.
Baja Apolítico: ciudadanos que no se identifican con ningún partido político pero que tampoco cuentan con la capacidad cognitiva de “digerir” información política por sí mismos. Partidista ritual: ciudadanos movilizados en la acción política principalmente por su fuerte apego a un partido.

El uso de este índice ha demostrado que los votantes sin identidad partidista no son un grupo homogéneo. Por ejemplo, junto a los partidistas cognitivos, los apartidistas exhiben mayores niveles de conocimiento político y de eficacia política subjetiva que los apolíticos (y los partidistas rituales) en el estudio comparativo de Dalton (2013) sobre Estados Unidos y Europa. Asimismo, los estudios comparados sobre América Latina muestran que los apartidistas exhiben niveles de apoyo a la democracia (Gimenes & Borba, 2017), así como de consumo de noticias, de conocimiento político y participación electoral y no electoral, superiores a los de los independientes apolíticos y muy similares a los exhibidos por los partidistas (Cisneros, 2020). En general, dichos hallazgos sugieren que la MC puede estar gradualmente volviéndose más relevante que las lealtades partidistas como factor explicativo del compromiso político de los ciudadanos.

Otras teorías (más media-céntricas) de la MC también enfatizan el efecto movilizador de los medios y las comunicaciones políticas sobre las actitudes cívicas y la participación ciudadana. Una de las más destacadas es la teoría del círculo virtuoso (Norris, 2000a, 2000b), la cual sostiene que:

Cuando las personas se exponen a la información de las campañas a través de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, estas tienden a incrementar sus niveles de interés y conocimiento político, sus sensaciones subjetivas de eficacia y confianza política y social, así como sus niveles de activismo comunitario y político (Díaz Jiménez, 2017, p. 350).

Los supuestos de ambos enfoques de la MC son abordados en este estudio.

El desalineamiento partidista en México

Diversos estudios muestran que el partidismo es de central importancia para comprender los patrones de compromiso político del electorado mexicano. De manera similar a como ocurre con sus contrapartes, muchas viejas y nuevas democracias (Gunther et al., 2016; Nadeau et al., 2017), los partidistas mexicanos tienden a votar por el partido con el cual se identifican (Moreno, 2009; Somuano Ventura, 2014; Somuano Ventura & Ortega Ruiz, 2003). Asimismo, tienen mayor probabilidad que los independientes de salir a votar el día de la elección (Buendía & Somuano, 2003; Moreno, 2009; Temkin Tedwab & Flores-Ivich, 2014), de interesarse en los asuntos públicos y compartir información política, así como de involucrarse en las campañas y en acciones de protesta (Somuano Ventura, 2014) que los electores independientes. Sin embargo, al igual que muchas otras democracias, México ha experimentado un profundo proceso de desalineamiento partidista en décadas recientes (Díaz Jiménez, 2019; Moreno, 2018). El porcentaje de ciudadanos partidistas disminuyó de alrededor de tres cuartos en 1997 a solo la mitad del electorado en 2018 (Figura 1).

Partidismo e independencia partidista en México, 1997-2018

Fuentes: 1997: Encuesta ITAM-Arcop reportada en Moreno (2009, 2012); 1998-2009: Promedios anuales obtenidos a partir de encuestas trimestrales del periódico Reforma reportados en Moreno (2009, 2012). De 2010 en adelante se utilizaron los promedios anuales de las encuestas electorales de Buendia&Laredo reportadas en Díaz Jiménez (2019).

El crecimiento significativo de los electores independientes ha tenido diversas consecuencias relevantes para las elecciones y el comportamiento electoral, en buena medida debido a que parecen ser más probables de retrasar sus decisiones de voto (Díaz Jiménez, 2019), así como más susceptibles a los efectos de los medios y las campañas que los electores partidistas (Greene, 2015). Por lo tanto, es importante comprender otras características relevantes de este segmento del electorado más allá de su comportamiento electoral. Entre tales aspectos se encuentran sus niveles de compromiso o desafección política.

Partidismo y movilización cognitiva en México

La relación entre partidismo y MC, así como de sus consecuencias para la cultura política y la participación ciudadana en el caso mexicano, constituyen una agenda de investigación muy relevante pero aún en desarrollo (Meixueiro, 2014; Ortega et al., 2011; Somuano Ventura, 2014; Temkin Yedwab et al., 2008). Algunos estudios, por ejemplo, sugieren que la proporción de partidistas cognitivos y de apartidistas se incrementó de 2006 a 2012, mientras que el porcentaje de partidistas rituales e independientes apolíticos disminuyó durante el mismo periodo (Meixueiro, 2014; Somuano Ventura, 2014). Sin embargo, tales investigaciones no proveen evidencia decontrastes significativos en cuanto a las actitudes o el nivel de compromiso político entre los grupos con alto y bajo grado de MC. Y aunque algunas investigaciones previas han documentado diferencias relevantes en diversas actitudes cívicas y formas de participación política entre los grupos del índice cognitivo-partidista (Temkin Yedwab et al., 2008), existen otras posibles diferencias significativas en cuanto a las orientaciones políticas entre los grupos del índice que aún no han sido suficientemente exploradas.

Esta investigación busca contribuir al estudio de las consecuencias de los procesos de desalineamiento partidista y de creciente movilización cognitiva, experimentados en el país durante las últimas décadas, en los niveles de compromiso y desafección políticos de los mexicanos. Por un lado, resulta de particular interés examinar si el desalineamiento (y el consecuente declive de la capacidad de movilización política de los partidos) puede fomentar una disminución significativa de los componentes actitudinales del compromiso político, así como un posible aumento en los niveles de desafección política entre la población. Por otro lado, es también importante examinar si la MC es capaz de sustituir gradualmente al partidismo como factor movilizador de las actitudes cívicas de la población.

El compromiso político y la desafección política como variables dependientes

El compromiso político es un concepto complejo y multidimensional dado que se refiere al involucramiento activo de los ciudadanos en la política y los asuntos públicos (Delli Carpini, 2004; Putnam, 1993). Ciertamente, los aspectos más visibles del compromiso político son los comportamientos y las acciones de los ciudadanos “destinadas directa o indirectamente a afectar la selección de representantes electos y/o al desarrollo, implementación o aplicación de las políticas públicas a través del gobierno” (Delli Carpini, 2004, p. 397) (dimensiones conductuales). Sin embargo, también es cierto que el conjunto de actitudes, valores, recursos y habilidades que incentivan y posibilitan la participación política de las personas, incluyendo sus niveles de interés, conocimiento, eficacia y confianza políticos (dimensiones actitudinales) son igualmente componentes muy relevantes del concepto (Delli Carpini, 2004; Moy & Hussain, 2011; Verba et al., 1997).

Entre las diversas actitudes políticas que favorecen la participación ciudadana en las democracias contemporáneas se encuentran el conocimiento y la eficacia políticos. El primero se entiende como la información que adquieren y recuerdan los ciudadanos acerca de los diversos actores, procesos e instituciones del sistema político y la segunda como “el sentimiento de que la acción política individual tiene, o puede tener, un impacto sobre el proceso político, es decir, de que vale la pena llevar a cabo los deberes cívicos” (Campbell et al., 1954, p. 187), constituyéndose asimismo como un predictor significativo de diversas formas de participación política (Dalton, 2020). La literatura especializada distingue entre la eficacia interna, entendida como el grado de confianza que los ciudadanos tienen en sus habilidades para comprender la política y participar eficazmente en ella (Craig et al., 1990), y la externa, que se refiere a la percepción de los ciudadanos acerca de la capacidad y la disposición del gobierno y las instituciones políticas para responder a sus demandas y necesidades (responsiveness) (Balch, 1974; Campbell et al., 1960; Converse, 1972). Otra actitud cívica relevante es la confianza política, la cual “se refiere a las valoraciones de las instituciones centrales del sistema político por parte de los ciudadanos” (Zmerli et al., 2007, p. 41). Más específicamente, dicha actitud “supone una evaluación positiva de los atributos más relevantes que hacen a cada institución digna de confianza, como credibilidad, justicia, competencia, transparencia en la formulación de políticas públicas, y apertura a puntos de vista en competencia” (Levi & Stoker, en Zmerli et al., 2007, p. 41).

Por su parte, la desafección política es también un concepto difícil de definir y operacionalizar (de Vreese, 2005; de Vreese & Semetko, 2002). A menudo se le ha definido en oposición a las actitudes de interés político, eficacia y confianza políticas. En general, se puede definir como un “cierto distanciamiento de los ciudadanos respecto de las instituciones políticas y, de manera más general, de la política” (Gunther & Montero, 2006, p. 49; Gunther et al., 2007, p. 33), así como la “sensación subjetiva de impotencia, cinismo y falta de confianza en los procesos de representación, en los políticos y en las instituciones democráticas” (Torcal & Montero, 2006, p. 6).

Con base en investigaciones previas (Maldonado Hernández, 2013; Torcal, 2003; Torcal & Montero, 2006; Yamamoto & Kushin, 2014) este estudio identifica cinco dimensiones diferentes (aunque interrelacionadas) del concepto: el desapego político, la desafección institucional, el cinismo político, la apatía política, y el escepticismo político. El desapego político se refiere al conjunto de “actitudes relacionadas con una desconfianza general hacia los políticos y la falta de involucramiento de los ciudadanos en el proceso político” (Torcal & Montero, 2006, p. 6). Por su parte, la desafección institucional se centra en “las creencias acerca de la falta de capacidad de respuesta (responsiveness) de las autoridades e instituciones políticas, así como la falta de confianza de los ciudadanos en tales instituciones” (Torcal & Montero, 2006, p. 7). Un concepto relacionado es el del cinismo político, que también se define como una orientación de desconfianza generalizada hacia el sistema político (Austin & Pinkleton, 1995, 1999). El ciudadano cínico tiende a ver la política como personalmente irrelevante por lo que generalmente se abstiene del proceso político (Austin & Pinkleton, 1995, 1999; Crotty & Jacobson, 1980). La apatía política también es otro componente relevante de la desafección, que se define como la indiferencia, falta de interés y/o atención hacia la política (Bennett, 1986).

Tanto el cinismo como la apatía política son usualmente considerados componentes de la desafección con implicaciones negativas para el compromiso democrático de los ciudadanos, debido a que pueden reforzarse mutuamente como parte de una espiral de desafección política (Austin & Pinkleton, 1995, 1999; Pinkleton & Austin, 2004). Sin embargo, como bien advierten Yamamoto y Kushin (2014), no todas las dimensiones de la desafección política tienen consecuencias negativas para la democracia, algunas de ellas, como el escepticismo político, pueden incluso llegar a tener ciertos efectos positivos (Austin & Pinkleton, 1995). El escepticismo se puede definir como una falta de credibilidad en el proceso político, pero sin llegar a convertirse en un rechazo a participar en este (Cappella & Jamieson, 1997). A diferencia de la apatía y el cinismo políticos, el escepticismo estimula la búsqueda, verificación y contrastación de la información proveniente de diversos canales de comunicación política (como los medios tradicionales y sociodigitales), por lo tanto, puede ser considerado como un aspecto más positivo de la desafección (Austin & Pinkleton, 1999; Pinkleton & Austin, 2001).

Preguntas de la investigación

Con base en la literatura sobre movilización cognitiva y desafección política, se plantean las siguientes preguntas de investigación:

  • PI1: ¿Existen diferencias significativas entre los grupos del índice cognitivo-partidista respecto a sus niveles de conocimiento político, eficacia y confianza políticas?

  • PI2: ¿Existen diferencias significativas entre los grupos del índice cognitivo-partidista respecto a sus niveles de cinismo, apatía y escepticismo políticos?

Según las teorías de MC, la erosión de las lealtades partidistas no necesariamente resulta en un declive de las actitudes cívicas; ya que la posible pérdida del efecto movilizador del partidismo en varios componentes actitudinales del compromiso político podría ser compensada gradualmente por un aumento en los niveles de MC, particularmente entre las generaciones más jóvenes. Asimismo, también se esperaría que el aumento en los niveles de MC limitara el incremento de dimensiones negativas de la desafección política, como el cinismo y la apatía políticos. Tal y como se plantea en las siguientes hipótesis:

  • H1. Los grupos con alta MC (partidistas cognitivos y apartidistas) tenderán a mostrar mayores niveles de conocimiento político, de eficacia y confianza políticas que los grupos con bajo nivel de esta variable (independientes apolíticos y partidistas rituales).

  • H2. Los grupos con alta MC tenderán a mostrar menores niveles de cinismo y apatía política que los grupos con bajo nivel de esta variable.

  • H3. Los grupos con alta MC tenderán a mostrar mayores niveles de escepticismo político que los grupos con bajo nivel de esta variable.

Método

Diseño y muestra

Con el fin de poner a prueba las hipótesis anteriores se aplicaron diversos métodos de análisis estadístico multivariado a partir del componente poselectoral de un estudio panel, técnica ampliamente utilizada en los estudios sobre opinión pública, comunicación política y comportamiento político (de Vreese & Semetko, 2002; Eveland & Morey, 2011; Iyengar & Vavreck, 2012).3

Variables del estudio

Variables dependientes

Se construyeron escalas de diversas dimensiones actitudinales del compromiso político, con base en el continuo compromiso político-desapego político (a partir del conocimiento político y la eficacia política interna) y el continuo compromiso político-desafección institucional (a partir de la eficacia política externa y la confianza institucional). Asimismo, se desarrollaron escalas actitudinales de dimensiones específicas de la desafección política, tales como el cinismo, la apatía y el escepticismo políticos.

Variables independientes y de control

Índice Cognitivo-Partidista. Se siguió el procedimiento de Dalton (1984, 2013, 2020), combinando indicadores de los niveles de educación e interés político de los encuestados para crear un índice aditivo de MC. Después, se clasificó a los participantes en el estudio en dos grupos, de acuerdo con sus niveles de MC (bajos y altos), y se combinaron ambos grupos con la presencia o ausencia de identificación partidaria de los encuestados, tal como se declaró en la primera ola del estudio de panel. Los participantes en el estudio fueron finalmente clasificados en cuatro grupos: partidistas cognitivos (n = 245, 35%); partidistas rituales (n = 125, 17.8%); apartidistas (n = 173, 24.7%); e independientes apolíticos (n = 156, 22.3%). Adicionalmente se desarrollaron también diversas escalas de consumo de información política (en los medios tradicionales y sociodigitales), así como de conversación política (interpersonal e interactiva) que a menudo son predictores relevantes de las diferentes actitudes cívicas analizadas en el estudio, de acuerdo con estudios previos acerca de los efectos de movilización de los medios en México (Díaz Jiménez, 2017; Díaz Jiménez & Muñiz, 2017). Asimismo, se desarrollaron escalas de edad e ingreso y una variable dummy para el género como variables de control.

Análisis y resultados

Las Tablas 2 y 3 muestran los resultados de una serie de modelos de regresión lineal múltiple que analizan el impacto del partidismo y la MC (las categorías del índice cognitivo-partidista con los apolíticos como la categoría de referencia), el consumo de información política a través de los medios tradicionales y sociales, y la conversación política interpersonal e interactiva sobre las dimensiones actitudinales del compromiso y la desafección políticos. Los modelos también incluyen controles sociales (género, edad e ingreso).

Modelos de regresión lineal múltiple de las actitudes políticas cívicas
Compromiso político/ Desapego político Compromiso político/ Desafección institucional
Conocimiento político Eficacia Política Interna Eficacia Política Externa Confianza Política
Variables del estudio β β β β
Género (1 = Masculino) .051 .143*** -.004 -.026
Edad .069 -.037 .132** -.136**
Ingreso .090* .032 .024 -.033
Atención a política en medios tradicionales -.022 .108* .053 .250***
Seguimiento de medios sociales .074 .063 -.049 .161**
Conversación política interpersonal -.011 .149** .042 -.063
Conversación política interactiva -.084 .133* -.017 -.032
Partidista cognitivo .046 .200*** -.153* .189**
Apartidista .061 .164*** -.049 .052
Partidista ritual -.020 .079 -.049 .118*
R2 ajustado .014 .264 .020 .154

Fuente: Elaboración propia con datos del estudio panel.

Nota: Los datos en la tabla son coeficientes estandarizados de modelos de regresión lineal múltiple (* p < .05; ** p < .01; *** p < .001). El tamaño de la muestra cambia para cada análisis en particular, dependiendo del número de casos perdidos en las variables utilizadas.

Modelos de regresión lineal múltiple de las dimensiones de la desafección política
Cinismo político Apatía política Escepticismo político
Variables del estudio β β β
Genero (1 = Masculino) -.012 .069 .004
Edad .152*** -.083* .050
Ingreso .006 -.077 .031
Atención a política en medios tradicionales .043 .034 .061
Seguimiento de medios sociales -.090 -.133* -.009
Conversación política interpersonal .050 -.017 .198*
Conversación política interactiva -.031 .210** .071
Partidista cognitivo -.004 -.187** -.008
Apartidista .032 -.135* .042
Partidista ritual -.031 -.084 -.086
R2 ajustado .023 .037 .092

Fuente: Elaboración propia con datos del estudio panel.

Nota: Los datos en la tabla son coeficientes estandarizados de modelos de regresión lineal múltiple (* p < .05; ** p < .01; *** p < .001). El tamaño de la muestra cambia para cada análisis en particular, dependiendo del número de casos perdidos en las variables utilizadas.

¿Compromiso o desapego político?

Examinaremos primero la dimensión del continuo compromiso político-desapego político. En este sentido, cabe señalar que los valores positivos en los coeficientes de la Tabla 2 indicarían que la variable en cuestión está asociada positivamente con esa dimensión en particular del compromiso político de los ciudadanos, por el contrario, coeficientes con signo negativo indicarían que la variable estaría asociada con la desafección política. En general, los resultados del modelo muestran un papel más relevante de la MC como predictor de las orientaciones políticas de la población, respecto al de la identificación partidista, dado que, a diferencia de los partidistas rituales, los partidistas cognitivos y los apartidistas mostraron mayores niveles de eficacia política interna que los independientes apolíticos (Tabla 2).

En otras palabras, en el caso de esta primera dimensión, más específicamente respecto al componente de la eficacia política interna, se podría concluir que los partidistas cognitivos y los apartidistas son significativamente más comprometidos (eficaces) respecto a los independientes apolíticos, aun controlando por diversas variables sociales y de consumo e intercambio de información política. Por lo tanto, claramente la MC favorece el compromiso en lugar del desapego político entre los ciudadanos. Es importante señalar que otras variables del modelo, como la atención a la información política en los medios tradicionales, así como la conversación política interpersonal e interactiva también contribuyen a incrementar el compromiso político de los ciudadanos. Sin embargo, también es de destacarse que ni el partidismo ni la MC tuvieron algún impacto significativo en el componente del conocimiento político.

¿Compromiso político o desafección institucional?

Por otro lado, en lo que respecta al continuo que va del compromiso político a la desafección institucional, el partidismo resulto ser más relevante que la MC como variable explicativa de la variación observada en los niveles de confianza política. El análisis de regresión indica que los partidistas cognitivos y rituales tienen niveles de confianza en las instituciones, significativamente superiores a los de los apartidistas y los apolíticos, incluso después de controlar por variables sociales y de consumo de información política.

Los hallazgos son similares a los de estudios comparativos previos sobre América Latina (Cisneros, 2020) que muestran que es la identificación partidista y no la MC la variable que parece tener un papel más relevante en favorecer la confianza de la ciudadanía en las instituciones políticas. Sin embargo, vale la pena mencionar que el consumo de información política en los medios tradicionales y sociales fue también un fuerte predictor de la confianza política entre la ciudadanía, un hallazgo que apoya las teorías de la MC que enfatizan los efectos de movilización de las comunicaciones políticas en el involucramiento político de los ciudadanos (Norris, 2000a, 2000b). En el caso de la eficacia externa, ambos, el partidismo y la MC, fueron predictores significativos de esta actitud cívica, pero su impacto sobre ella es negativo. Son los partidistas cognitivos los que mostraron niveles significativamente menores de esta variable respecto a los independientes apolíticos que, interesantemente, fueron los que mostraron el mayor grado de eficacia externa.

Cinismo, apatía y escepticismo políticos

Respecto al análisis de las tres dimensiones de la desafección política como variables dependientes del estudio, los resultados de los modelos de regresión muestran que, con excepción de la apatía política, ni el partidismo ni la MC parecen ser variables explicativas relevantes de tales orientaciones políticas. No existe ninguna asociación estadísticamente significativa entre las categorías del índice cognitivo-partidista y las dimensiones de la desafección política cuando se controla por las otras variables del modelo. Solamente la edad resultó asociarse positiva y significativamente con el cinismo político y el único predictor significativo del escepticismo político fue la conversación política interpersonal (Tabla 3).

Sin embargo, en el caso de la apatía política, la MC sí se constituyó como una variable explicativa relevante ya que tanto los partidistas cognitivos como los apartidistas parecen ser significativamente menos apáticos que los apolíticos. Por lo tanto, los resultados sugieren que, junto con la edad, variables como los altos niveles de MC de los ciudadanos, así como de seguimiento de información política en los medios sociodigitales, sí contribuyeron a disminuir significativamente los niveles de apatía política del electorado mexicano en 2018 (Tabla 3). No obstante, un hallazgo interesante es que altos niveles de conversación política interactiva parecen asociarse significativamente con una mayor apatía política entre la ciudadanía.

Cabe señalar que, en general, los resultados de los análisis sugieren que, con excepción de la apatía política, los efectos del partidismo y de la MC son más bien limitados para explicar las actitudes de desafección política entre los mexicanos. Asimismo, las R cuadradas de los modelos son muy bajas en todos los casos, lo que sugiere que incluso en el caso de la apatía política, la movilización partidista y cognitiva tienen un efecto modesto en explicar la variación en los niveles de estas tres dimensiones de la desafección.

Discusión y conclusiones

El electorado mexicano se ha desalineado significativamente de los partidos a lo largo de las dos últimas décadas. Los ciudadanos que se identifican con los partidos políticos disminuyeron del 77% en 1997 a solo la mitad del electorado en 2018. El consecuente incremento del electorado independiente plantea retos importantes, con el fin de identificar las similitudes y diferencias entre los electores partidistas e independientes respecto a sus actitudes cívicas y de desafección política.

El presente trabajo se centró en el análisis de tales diferencias a partir de la presencia o la ausencia de vínculos partidistas entre los electores (distinguiendo entre partidistas e independientes) y su nivel de MC (bajo o alto). Investigaciones previas sostienen que el desalineamiento partidista está asociado con la erosión del compromiso político y un posible aumento de los niveles de desafección política entre la ciudadanía. No obstante, otras investigaciones argumentan que el declive del partidismo y la movilización partidista pueden estar siendo gradualmente sustituidos por el incremento de la MC entre la ciudadanía. Por lo tanto, se esperaría que los individuos con mayor nivel de educación e interés en la política mostraran mayores niveles de compromiso político y menores niveles de desafección política respecto a aquellos que tengan bajo nivel de esta variable.

Los resultados de una serie de modelos de regresión múltiple muestran ciertas diferencias significativas entre los electores con alto y bajo grado de MC y los que presentan bajos niveles de dicha variable en cuanto a las dimensiones actitudinales del compromiso político y de la desafección política analizadas en el estudio. Por ejemplo, junto a los partidistas cognitivos, los apartidistas sí muestran niveles de eficacia política interna superiores a los exhibidos por los independientes con baja MC.

Otras variables como la atención a la política en medios tradicionales y la conversación política interpersonal e interactiva también resultaron ser predictores relevantes de esta actitud política. Por lo tanto, las variables de MC parecen ser más importantes que el partidismo en incentivar los sentimientos de eficacia interna de los ciudadanos, tal y como sucede en las democracias avanzadas de Norteamérica y Europa. No obstante, otro hallazgo relevante es que, en contraste con sus contrapartes en democracias avanzadas, los electores apartidistas no exhiben niveles de conocimiento político significativamente superiores a los mostrados por los apolíticos.

Los resultados también sugieren que cuando el foco de análisis se centra en otras orientaciones cívicas relevantes como la eficacia política externa y la confianza institucional, el partidismo parece ser una variable explicativa más relevante. No obstante, cabe señalar también que, en el caso de esta última, el consumo de información política en medios tanto tradicionales como sociodigitales resulto ser también un predictor relevante, lo cual provee evidencia adicional a las teorías sobre los efectos de movilización de las comunicaciones políticas mediatizadas con relación al compromiso político de los ciudadanos.

Respecto a las actitudes componentes de la desafección política analizadas en el trabajo, con excepción de la apatía política, ni la MC ni el partidismo resultaron ser predictores significativos de estas variables. En el caso de la apatía política, los grupos cognitivamente movilizados (apartidistas y partidistas cognitivos) mostraron niveles de esta variable que son inferiores a los de los independientes apolíticos. Si bien es cierto que, a diferencia del cinismo y el escepticismo políticos, la MC parece tener un impacto estadísticamente significativo en reducir los niveles de apatía política entre los encuestados, el tamaño del efecto fue más bien moderado.

En suma, los resultados muestran que, con excepción de la apatía política, no existen diferencias significativas entre los cuatro grupos del índice cognitivo-partidista en ninguna de las dimensiones de la desafección política. Sobre esta dimensión de la desafección, los análisis muestran que los electores independientes no necesariamente son políticamente apáticos. El grado de apatía política de los ciudadanos que no se identifican con los partidos depende, en alguna medida, de su grado de movilización cognitiva (dado que los apartidistas mostraron niveles significativamente menores de esta variable respecto a los independientes apolíticos). Asimismo, el consumo de información política en medios durante la campaña fue otra de las variables que contribuyó significativamente a disminuir los niveles de apatía entre la ciudadanía.

Notas al pie:
  • 2

    De aquí en adelante me referiré a los términos identificación partidista (party identification), partidismo (partisanship), apego partidista (partisan attachment), lealtades partidistas (partisan loyalties) como sinónimos.

  • 3

    Para la realización del estudio, se contrató a la empresa demoscópica Survey Sampling International (SSI), con el objetivo de contar con una muestra representativa del electorado mexicano (≥ 18 años). El levantamiento de la encuesta se realizó una vez pasada la elección, del 9 al 19 de julio. En total participaron 701 entrevistados que también participaron en las dos olas previas. Respecto a la composición de la muestra, un 54.8% estaba constituido por hombres (n = 384), y 45.2% por mujeres (n = 317), con edades comprendidas entre 18 y 80 años (M = 42.07, DE = 13.37). En la muestra se contemplaron participantes de todas las entidades federativas, así como con diferentes niveles educativos y de ingreso.

  • Cómo citar este artículo:

    Díaz Jiménez, O. F. (2022). ¿Compromiso o desafección política? El impacto del desalineamiento partidista y la movilización cognitiva sobre las actitudes políticas de los mexicanos en la campaña presidencial de 2018. Comunicación y Sociedad, e8220. https://doi.org/10.32870/cys.v2022.8220

Referencias bibliográficas
  • Austin, E. W. & Pinkleton, B. E. (1995). Positive and negative effects of political disaffection on the less experienced voter. Journal of Broadcasting & Electronic Media, 39, 215-235. https://doi.org/10.1080/08838159509364300
  • Austin, E. W. & Pinkleton, B. E. (1999). The relation between media content evaluations and political disaffection. Mass Communication & Society, 2(3/4), 105-122. https://doi.org/10.1080/15205436.1999.9677867
  • Balch, G. I. (1974). Multiple Indicators in Survey Research: The Concept “Sense of Political Efficacy”. Political Methodology, 1(2), 1-43. https://www.jstor.org/stable/25791375
  • Bennett, S. E. (1986). Apathy in America, 1960-1984: Causes and consequences of citizen political indifference. Transnational Publishers.
  • Buendía, J. & Somuano Ventura, M. F. (2003). Participación electoral en nuevas democracias: la elección presidencial de 2000 en México. Política y Gobierno, X(2), 289-323. http://www.politicaygobierno.cide.edu/index.php/pyg/article/view/342
  • Campbell, A., Gurin, G. & Miller, W. E. (1954). The Voter Decides. Row and Peterson.
  • Campbell, A., Converse, P. E., Miller, W. E. & Stokes, D. E. (1960). The American Voter. John Wiley.
  • Cappella, J. N. & Jamieson, K. H. (1997). Cynicism or realism? En Spiral of cynicism: The press and the public good (pp. 17-37). Oxford University Press.
  • Converse, P. E. (1972). Change in the American Electorate. En A. Campbell & P. E. Converse (Eds.), The Human Meaning of Social Change (pp. 263-337). Russell Sage Foundation.
  • Cisneros, I. (2020). Independencia partidista en América Latina: Actitudes, comportamiento y decisión de voto. Latin American Research Review, 55(4), 706-726. http://doi.org/10.25222/larr.457
  • Craig, S. C., Niemi, R. G. & Silver, G. E. (1990). Political Efficacy and Trust: A Report on the NES Pilot Study Items. Political Behavior, 12(3), 289-314. https://doi.org/10.1007/BF00992337
  • Crotty, W. J. & Jacobson, G. C. (1980). Television and the politics of media. En American Parties in Decline (pp. 67-99). Brown, Little and Company.
  • Dalton, R. J. (1984). Cognitive Mobilization and Partisan Dealignment in Advanced Industrial Democracies. The Journal of Politics, 46(1), 264-284. https://doi.org/10.2307/2130444
  • Dalton, R. J. (2000a). Citizen attitudes and political behavior. Comparative Political Studies, 33(6-7), 912-940. https://doi.org/10.1177%2F001041400003300609
  • Dalton, R. J. (2000b). The Decline of Party Identifications. En R. J. Dalton & M. P. Wattenberg (Eds.), Parties without Partisans: Political Change in Advanced Industrial Democracies (pp. 19-36). Oxford University Press.
  • Dalton, R. J. (2012). Apartisans and the Changing German Electorate. Electoral Studies, 31(1), 35-45. https://doi.org/10.1016/j.electstud.2011.06.005
  • Dalton, R. J. (2013). The Apartisan American: Dealignment and Changing Electoral Politics. CQ Press.
  • Dalton, R. J. (2020). Citizen Politics: Public Opinion and Political Parties in Advanced Industrial Democracies (7a ed.). CQ Press.
  • Dalton, R. J., McAllister, I. & Wattenberg, M. P. (2000). The Consequences of Partisan Dealignment. En R. J. Dalton & M. P. Wattenberg (Eds.), Parties without Partisans: Political Change in Advanced Industrial Democracies (pp. 37-63). Oxford University Press.
  • Dalton, R. J. & Wattenberg, M. P. (Eds.). (2000). Parties without Partisans: Political Change in Advanced Industrial Democracies. Oxford University Press.
  • De Vreese, C. H. (2005). The Spiral of Cynicism Reconsidered. European Journal of Communication, 20(3), 283-301. https://doi.org/10.1177%2F0267323105055259
  • De Vreese, C. H. & Semetko, H. A. (2002). Cynical and engaged. Strategic campaign coverage, public opinion, and mobilization in a referendum. Communication Research, 29, 615-641. https://doi. org/10.1177%2F009365002237829
  • Delli Carpini, M. X. (2004). Mediating Democratic Engagement: The Impact of Communications on Citizens’ Involvement in Political and Civic Life. En L. L. Kaid (Ed.), Handbook of Political Communication Research (pp. 395-434). Lawrence Erlbaum Associates.
  • Díaz Jiménez, O. F. (2017). Las campañas electorales, los medios y su impacto en el compromiso cívico de los mexicanos en la elección presidencial de 2012. Comunicación y Sociedad, (29), 139-164. https://doi.org/10.32870/cys.v0i29.6302
  • Díaz Jiménez, O. F. (2019). El Sistema de partidos mexicano después de la elección crítica de 2018. Desalineamiento, cartelización y desinstitucionalización. Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Número Especial, (V), 33-71. https://bit.ly/3oW9Vcg
  • Díaz Jiménez, O. F. & Muñiz, C. (2017). Los efectos de la comunicación política en el compromiso político de los jóvenes en la elección presidencial mexicana de 2012. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 62(229), 181-221. http://dx.doi.org/10.1016/S01851918(17)30008-9
  • Donovan, T. (2017). Cognitive Mobilization. En K. Arzheimer, J. Evans & M. S. Lewis-Beck (Eds.), The Sage Handbook of Electoral Behaviour (pp. 313-335). Sage.
  • Eveland, W. P. & Morey, A. C. (2011). Challenges and Opportunities of Panel Designs. En E. P. Bucy & R. L. Holbert (Eds.), Sourcebook for Political Communication Research: Methods, Measures, and Analytical Techniques (pp. 19-33). Routledge.
  • Gimenes, É. R. & Borba, J. (2017). Apartidarismo e adesão à democracia na América Latina. Revista Latinoamericana de Opinión Pública, 7(7), 63-97. https://doi.org/10.14201/rlop.22331
  • Greene, K. F. (2015). Campaign effects in Mexico since democratization. En J. I. Domínguez, K. F. Greene, C. H. Lawson & A. Moreno (Eds.), Mexico’s evolving democracy: a comparative study of the 2012 elections (pp. 128-152). Johns Hopkins University Press.
  • Gunther, R. & Montero, J. R. (2006). The Multidimensionality of Political Support: Conceptual Redefinition and Empirical Refinement. En M. Torcal & J. R. Montero (Eds.), Political Disaffection in Contemporary Democracies: Social Capital, Institutions, and Politics (pp. 46-78). Routledge.
  • Gunther, R., Costa Lobo, M., Bellucci, P. & Lisi, M. (2016). The changing determinants of the vote. En R. Gunther, P. A. Beck, P. Magalhães & A. Moreno (Eds.), Voting in Old and New Democracies (pp. 150-192). Routledge.
  • Gunther, R., Montero, J. R. & Torcal, M. (2007). Democracy and Intermediation: Some Attitudinal and Behavioural Dimensions. En R. Gunther, H.-J. Puhle & J. R. Montero (Eds.), Democracy, Intermediation, and Voting on Four Continents (pp. 29-74). Oxford University Press.
  • Iyengard, S. & Vavreck, L. (2012). Online Panels and the Future of Political Communication Research. En H. A. Semetko & M. Scammell (Eds.), The Sage Handbook of Political Communication (pp. 225-240). Sage.
  • Klar, S. & Krupnikov, Y. (2016). Independent Politics: How American Disdain for Parties Leads to Political Inaction. Cambridge University Press.
  • Lupu, N. (2015). Partisanship in Latin America. En R. E. Carlin, M. M. Singer & E. J. Zechmeister (Eds.), The Latin American Voter: Pursuing, Representation and Accountability in Challeging Contexts (pp. 226-245). University of Michigan Press.
  • Mair, P. (2013). Ruling The Void: The Hollowing of Western Democracy. Verso Books.
  • Mair, P., Müller, W. C. & Plasser, F. (Eds.). (2004). Political Parties and Electoral Change: Party Responses to Electoral Markets. Sage.
  • Maldonado Hernández, G. (2013). Desapego político y desafección institucional en México: ¿desafíos para la calidad de la democracia? Política y Gobierno, Desafíos de la política mexicana, (Temático), 109-138. http://www.politicaygobierno.cide.edu/index.php/pyg/article/view/1053
  • Meixueiro, G. (2014). Los Electores Independientes en México en 2006 y 2012. En G. Meixueiro & A. Moreno (Eds.), El Comportamiento Electoral Mexicano en las Elecciones de 2012 (pp. 141-171). Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública/Cámara de Diputados.
  • Moreno, A. (2009). La Decisión Electoral: Votantes, Partidos y Democracia en México. Miguel Ángel Porrúa.
  • Moreno, A. (2012). Who Is the Mexican Voter? En R. A. Camp (Comp.), The Oxford Handbook of Mexican Politics (pp. 571-595). Oxford University Press.
  • Moreno, A. (2018). El cambio electoral: Votantes, encuestas y democracia en México. Fondo de Cultura Económica.
  • Moy, P. & Hussain, M. M. (2011). Media Influences on Political Trust and Engagement. En G. C. Edwards III, L. R. Jacobs & R. Y. Shapiro (Eds.), The Oxford Handbook of American Public Opinion and the Media (pp. 220-250). Oxford University Press.
  • Muñiz, C. (2019). Prácticas comunicativas y desafección política en el contexto de las campañas electorales. Análisis de su relación desde el modelo O-S-R-O-R. Index. Comunicación, 9(1), 80-107. https://doi.org/10.33732/ixc/09/01Practi
  • Nadeau, R., Lewis-Beck, M. S. & Turgeon, M. & Gélineu, F. (2017). Latin American Elections Choice and Change. University of Michigan Press.
  • Norris, P. (2000a). The impact of television on civic malaise. En S. J. Pharr & R. D. Putnam (Eds.), Disaffected democracies: What’s troubling the trilateral countries? (pp. 231-252). Princeton University Press.
  • Norris, P. (2000b). A virtuous circle: Political communications in postindustrial societies. Cambridge University Press.
  • Ortega Ortiz, R. Y., Somuano Ventura, M. F. & Ruiz Pérez, A. (2011). Identidad partidista y democracia en los estados mexicanos. En S. Martí i Puig, R. Y. Ortega Ortiz & M. F. Somuano Ventura (Eds.), La democracia en México: un análisis a 10 años de la alternancia (pp. 97-134). Edicions Bellaterra.
  • Pinkleton, B. E. & Austin, E. W. (2001). Individual motivations, perceived media importance, and political disaffection. Political Communication, 18(3), 321-334. https://doi.org/10.1080/10584600152400365
  • Pinkleton, B. E. & Austin, E. W. (2004). Media perceptions and public affairs apathy in the politically inexperienced. Mass Communication & Society, 7(3), 319-337. https://doi.org/10.1207/s15327825mcs0703_4
  • Putnam, R. D. (1993). Making Democracy Work: Civic Traditions in Modern Italy. Princeton University Press.
  • Somuano Ventura, M. F. (2014). Las identidades partidistas de los mexicanos y la elección de 2012. En G. M. & Alejandro Moreno (Eds.), El comportamiento electoral mexicano en las elecciones de 2012 (pp. 117-140). Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública/ Cámara de Diputados.
  • Somuano Ventura, M. F. & Ortega Ortiz, R. Y. (2003). La identificación partidista de los mexicanos y el cambio electoral, 1994-2000. Foro Internacional, 171, 10-38. https://forointernacional.colmex.mx/index.php/fi/article/view/1675
  • Temkin Yedwab, B. & Flores-Ivich, G. (2014). Exposición a Medios de Comunicación y Participación Electoral. En G. Meixueiro & A. Moreno (Eds.), El Comportamiento Electoral Mexicano en las Elecciones de 2012 (pp. 265-281). Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública/Cámara de Diputados.
  • Temkin Yedwab, B., Solano, S. & del Tronco, J. (2008). Explorando el “apartidismo” en México: ¿apartidistas o apolíticos?”. América Latina Hoy, 50,119-145. https://doi.org/10.14201/alh.1344
  • Torcal, M. (2003). Political Disaffection and Democratization History in New Democracies. Kellogg Working Paper Series, 308. University of Notre Dame.
  • Torcal, M. & Montero, J. R. (2006). Political disaffection in comparative perspective. En M. Torcal & J. R. Montero (Eds.), Political Disaffection in Contemporary Democracies. Social Capital, Institutions, and Politics (pp. 3-19). Routledge.
  • Verba, S., Burns, N. & Schlozman, K. L. (1997). Knowing and Caring about Politics: Gender and Political Engagement. The Journal of Politics, 59(4), 1051-1072. https://doi.org/10.2307/2998592
  • Weisberg, H. & Greene, S. (2003). The Political Psychology of Party Identification. En M. MacKuen & G. Rabinowitz (Eds.), Electoral Democracy (pp. 83-124). University of Michigan Press.
  • Yamamoto, M. & Kushin, M. J. (2014). More harm than good? Online media use and political disaffection among college students in the 2008 election. Journal of Computer-Mediated Communication, 19(3), 430-445. http://doi.org/10.1111/jcc4.12046
  • Yamamoto, M., Kushin, M. J. & Dalisay, F. (2013). Social Media and Mobiles as Political Mobilization Forces for Young Adults: Examining the Moderating Role of Online Political Expression in Political Participation. New Media & Society, 17(6), 880-898. https://doi.org/10.1177%2F1461444813518390
  • Zmerli, S., Newton, K. & Montero, J. R. (2007). Trust in People, Confidence in Political Institutions, and Satisfaction with Democracy. En J. W. Van Deth, J. R. Montero & A. Westholm (Eds.), Citizenship and Involvement in European Democracies: A Comparative Analysis (pp. 35-65). Routledge.
Historial:
  • » Recibido: 30/06/2021
  • » Aceptado: 09/12/2021
  • pub: 23/02/2022
  • » : 10/09/2022» : 2022Jan-Jun